La apuesta del Grupo Limcasa por el sector turístico viene de lejos. De hecho, en 2025 se cumplen 2 décadas desde la apertura de Microtel Placentinos, un pequeño establecimiento en el centro de Salamanca cuya gestión ha aportado a la empresa familiar presidida por Godofredo García una experiencia en el sector de la hostelería “con la que hemos ido acumulando conocimientos, ideas y doctrinas empresariales que nos otorgan un know how que nos permite prestar un servicio integral en este ámbito”, explican sus responsables.
Con el paso de los años, esa oferta de alojamiento se ha completado con unos apartamentos en la Plaza Mayor de Salamanca y una casa rural en el municipio salmantino que vio nacer al fundador del grupo: Alaraz. Además, en la actualidad Limcasa Construcciones está rehabilitando otro edificio en la citada Plaza Mayor para realizar 23 apartamentos.
Microtel Placentinos
En el caso del Microtel Placentinos, destaca su ubicación, en el corazón del centro histórico de Salamanca, muy próximo a las 2 catedrales, a la fachada de la Universidad y de su icónica Plaza Mayor.
El establecimiento ofrece una selección de 9 habitaciones, dobles e individuales, y representa “un nuevo concepto de hotel, pensado en exclusiva para gente muy especial; un espacio ideado para el bienestar y para el descanso, cuidando al máximo de cada detalle y dándole a nuestros clientes la importancia que merecen”. El diseño combina lo mejor del pasado, se emplaza en un antiguo edificio de piedra del siglo XVI, con comodidades y servicios modernos.
Perfil de clientes
El perfil del cliente de este hotel es el de viajeros en pareja o solos que disfrutan de alojamientos íntimos, empresarios y académicos (catedráticos, ponentes e investigadores), y principalmente aquéllos que participan en simposios y eventos en el Palacio de Congresos de la ciudad del Tormes, que está situado a apenas 30 metros del hotel).
Por su parte, el Grupo Limcasa, con 40 años de experiencia en el sector servicios y una facturación de más de 30 millones, ha incorporado a su oferta en la capital charra los apartamentos El Mirador del Poeta, en los que destaca su ubicación, ya que desde sus habitaciones se puede contemplar la Plaza Mayor de Salamanca. “Se dice que hay más clientes que pasan más tiempo en los balcones que en las habitaciones. Y eso no nos sorprende”, aseveran los responsables de este singular complejo turístico.
El edificio donde se ubica El Mirador del Poeta ha sido minuciosamente restaurado, respetando su piedra original y conservando otros elementos del antiguo inmueble, como la escalera o vigas de madera, con una decoración que preserva la historia del edificio para no sacrificar su esencia. Los toques modernos los aporta el mobiliario, la cocina -todos los apartamentos disponen de electrodomésticos y el menaje necesario-, baño independiente, 1 o 2 dormitorios y wifi gratuita.
Apartamentos llenos de luz
Con estos apartamentos, “que están llenos de luz y han sido cuidadosamente diseñados, queremos transmitir a los huéspedes parte de la tradición y el arte de nuestra ciudad, que integra la identidad y misión de este histórico complejo, acercando el arte a los huéspedes para que puedan disfrutar durante su estancia”.
La escalera del edificio también se ha restaurado manteniendo elementos originales y su recorrido sirve como hilo conductor a los diferentes niveles que acogen una exposición permanente de murales de fotografías históricas y poemas de reconocidos autores.
El perfil de estos clientes es heterogéneo: familias, parejas o grupos de amigos que buscan estancias independientes con cocina. Viajeros interesados en alojarse en el centro de Salamanca y disfrutar de vistas espectaculares; y personas que aprecian la combinación de tradición y modernidad en un espacio “único y lleno de luz”.
Revitalizar Alaraz
El proyecto de la casa rural La Centenaria surge de un “profundo sentimiento de añoranza y de la ilusión de mantener el pueblo de Alaraz vivo”. Gema Sánchez, gerente de la casa rural, expresa su deseo de recuperar y preservar las raíces de su pueblo de origen -y el de la familia propietaria-, así como de mantener viva la esencia de sus veranos pasados allí.
Para muchos habitantes de los pueblos rurales de España, la emigración a las ciudades ha dejado atrás un vacío poblacional y cultural que amenaza la supervivencia de las pequeñas comunidades. La construcción de la casa rural no sólo surge como “un sueño hecho realidad para nosotros, sino también una forma de contribuir al mantenimiento y revitalización de la economía local”, indica Sánchez. Además, ofrece a los visitantes la oportunidad de experimentar la vida en el campo, disfrutando de la tranquilidad, la naturaleza, la gastronomía y la cultura de la región.
En La Centenaria pueden alojarse hasta 12 personas en 6 dormitorios y cuenta con 4 baños y 2 salones pequeños, una sala de estar con chimenea, comedor y cocina. En su amplio jardín se podrá disfrutar de una piscina de 36 metros cuadrados, parque infantil, merendero y barbacoa. Además cuenta un garaje con capacidad de hasta 4 coches. Para el disfrute de la casa dispone de juegos de mesa, futbolín, libros, televisión y wifi.
Cuidado de los detalles
No hay 2 estancias iguales ni un detalle que no esté cuidado con mimo. La decoración combina la modernidad con elementos de artesanía reciclados -como una lampara de cazuelas, una mesa con un trillo de labranza o una barandilla con llaves antiguas- y también hay repartidos por toda la casa una colección de aperos de labranza.
“Ha sido muy enriquecedor, un proceso de aprendizaje y crecimiento. Hacerlo poco a poco, cuidando todos los detalles para conseguir transmitir la esencia de este proyecto, de mantener la tradición y el sentir como se podría vivir en esta antigua casona, sin perder las comodidades ni las tecnologías de hoy en día, poder transmitirlo a los huéspedes. Eso también se comparte”, detalla la gerente.
Grupos de hasta 12 personas
Los muros anchos de piedra rodean la casona, donde el interior está cubierto por techos con vigas de madera habituales en estas construcciones. La Centenaria está pensada para grupos grandes (hasta 12 personas), como familias o amigos, que desean convivir en un ambiente amplio y acogedor.
Próximamente se abrirá un museo etnográfico junto a la casa rural, lo que enriquecerá aún más la experiencia de los visitantes al conectarles con la cultura local.
Más información en el número de enero de la revista Castilla y León Económica
