Jaime Chico Martín, CEO de Agroalimentaria ACH, es miembro de la tercera generación de este grupo familiar, con sede en Aranda de Duero (Burgos), que está formada por las empresas Agroalimentaria Chico, SAT Hermanos Chico, Chico Galindo y Cárnicas Chico.
Además del CEO, el Consejo de Administración de la compañía está formado por Héctor Chico Poza; Marina Chico Guijarro; Marta Chico Revenga, responsable Calidad; y Miguel Chico Peña, gerente de El Bardal, la unidad de negocio dedicada a la gestión de granjas propias, todos ellos miembros de la tercera generación de las cinco ramas familiares a las que representan.
Plantilla de 250 personas
Con una plantilla de 250 personas, entre empleados y ganaderos integrados, Agroalimentaria ACH prevé facturar 150 millones de euros en 2023, lo que supone un crecimiento del 17% respecto al año anterior. “Nuestra misión es elaborar productos de porcino de manera sostenible, innovando en todos los procesos de la cadena de valor y respetando siempre el bienestar animal y el medio ambiente”, detalla Chico Martín, quien avanza que la compañía familiar arandina trabaja en la ampliación de la fábrica de pienso y de la sala de despiece. “Nuestra principal ventaja competitiva es el control de toda la cadena de valor, desde el campo a la mesa, alimentado familias con lo mejor de nuestra casa”, subraya el CEO de Agroalimentaria ACH.
Chico Martín explica que la evolución del sector cárnico de porcino ha estado marcada por problemas como la guerra de Ucrania, que ha provocado cambios en el suministro de materias primas, además de la sequía y la inflación creciente, lo que ha motivado un fuerte incremento de los costes de producción. “Aun así, esta industria ha repetido como líder en producción y en exportaciones, lo que demuestra que es un sector muy fuerte, competitivo, consolidado y comprometido”, explica el CEO de Agroalimentaria ACH, quien concluye: “las circunstancias políticas, sociales y económicas que rodean al sector, unidas a las cifras obtenidas, nos hace pensar que estamos en un momento de rediseño de la estrategia sectorial, donde tendremos que fortalecer la sostenibilidad y estar preparados para las nuevas oportunidades de desarrollo que nos aportará este entorno en los próximos años”.
Valores
Como miembro de una empresa familiar, el ejecutivo destaca “los valores transmitidos desde la primera generación: aprendizaje, compromiso y humildad. Nuestro compromiso con el proyecto y la familia ACH es total y nos adaptamos a las necesidades del equipo a través de una Dirección compartida y una visión clara de nuestro propósito”.
Así, recuerda a sus abuelos Miguel y Justina, que en 1965 compraron los primeros lechones para su engorde y 4 años después construyeron su primera granja en Tejares (Segovia). En 1972 se trasladaron a Aranda de Duero y la familia constituyó formalmente la empresa, que progresivamente fue ampliando su actividad con la fabricación de pienso y la transformación, elaboración y comercialización de productos cárnicos y curados.
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