El Clúster de Hábitat Eficiente de Castilla y León Aeice reunió en Valladolid a más de 60 empresas de la construcción, auxiliares y afines con el objetivo de “impulsar la industrialización del macro sector del hábitat, considerado por el Gobierno regional como estratégico para la economía de Castilla y León”, que permita “desarrollar un nuevo tejido empresarial vinculado al medio rural y alineado con el reto demográfico”, según comentaron sus responsables.
Así lo explicó Enrique Cobreros, director de Aeice, durante la celebración de un desayuno informativo con los empresarios del macro sector del hábitat, con el propósito de acercar el Plan Sectorial del Hábitat de Castilla y León (PSHCYL) a todos los eslabones de la cadena de valor para que vean en él una oportunidad real para aumentar su competitividad.
Cadena de valor
Esta cadena de valor aglutina desde los recursos endógenos (madera y piedra), a la industria de transformación (madera, piedra, vidrio, cemento y cerámica), los servicios auxiliares, construcción e infraestructuras (edificación y rehabilitación) y la revalorización y gestión de residuos, que incluye a 25.000 empresas, más de 82.000 empleos y unos 24.000 millones de euros de volumen de negocio.
En este sentido, el director de Aeice, explicó: “es imprescindible que toda la cadena tenga una visión compartida de los retos que afronta y las oportunidades que representan y una hoja de ruta común plasmada en el PSHCYL. En definitiva, el objetivo es conformar un macro sector industrial renovado del hábitat que trabaje para conseguir un desarrollo empresarial, territorial y urbano sostenible y contribuir al progreso desde una perspectiva económica, social y ambiental, de una actividad estratégica para la economía regional”. Asimismo, recordó que la Junta declaró este sector como estratégico para la economía regional, con lo que se une así al alimentario, a la automoción y al energético.
Colaboración público-privada
Cobreros animó a todos los agentes del sector a sumarse a este marco sector y “aprovechar esta gran oportunidad que va a permitir tener un marco común donde aportar experiencias y reivindicaciones, así como disponer de un foro lo suficientemente potente para impulsar la colaboración público-privada y para tener la capacidad de interlocución en todos los niveles”.
Además, subrayó que las empresas tendrán “un espacio común de colaboración con toda la cadena de valor, que les facilitará avanzar” y aprender “buenas prácticas de otros agentes del sector”.
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