Abadía Retuerta, la bodega vallisoletana afincada en el municipio de Sardón del Duero y en plena Milla de Oro del Valle del Duero, presentó esta semana en su Hotel LeDomaine el proyecto Diez añadas, un sueño, con el que da nombre al exclusivo estuche que diseñado con motivo del décimo aniversario de su icónico Blanco de Guarda LeDomaine y que está compuesto por una minuciosa selección de 6 botellas de sus 5 añadas más representativas: 2016, 2017, 2018, 2019 y 2020.
El encuentro contó con la participación de Enrique Valero, CEO de Abadía Retuerta; Álvaro Pérez, director de la Academia del Terruño de Abadía Retuerta; Marc Segarra, chef ejecutivo del restaurante Refectorio de Abadía Retuerta, que cuenta con una estrella Michelin desde 2014; y Agustí Peris, restaurant manager y sumiller de Refectorio, quienes reflexionaron acerca de la tradición vinícola y la gastronomía de Abadía Retuerta ante un reducido grupo de distribuidores, restauradores y periodistas, mediante una cata vertical de las 10 añadas.
Viñedos ubicados en el Pago La Raya
Los viñedos de este singular vino se ubican en el Pago La Raya, principalmente con las variedades sauvignon blanc y verdejo, aunque también hay godello y otras minoritarias.
Blanco de Guarda LeDomaine salió al mercado en 2012, con sólo 6.000 botellas, en el mismo ejercicio que se inauguró el Hotel LeDomaine de Abadía Retuerta, del que toma su nombre. Este singular vino, elegido por el cocinero José Andrés como su mejor referencia para el verano, surgió a raíz de un error al mezclarse injertos de merlot con unos de sauvignon blanc. En vez de arrancar esos viñedos, el enólogo Ángel Anocíbar decidió experimentar para elaborar el primer blanco de esta zona colindante a la Ribera del Duero. Su osadía tuvo como premio una gran aceptación de estos vinos tanto en el mercado nacional como internacional.
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