Pedro Ruiz Aragoneses, presidente de la Asociación de la Industria Alimentaria de Castilla y León (Vitartis), ha expresado su preocupación por el retraso y la complejidad con la que el Gobierno de la nación está planteando la convocatoria del Proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica del sector agroalimentario (Perte agroalimentario), que aún se encuentra en fase de elaboración.
“La aprobación de los fondos Next Generation para España generó una gran expectación; y el anuncio de un Perte agroalimentario, una importante expectativa en todo el sector. Sin embargo, más de 2 años después, el ánimo que alberga al sector es de una enorme desilusión y desconfianza, porque vemos que el Perte no solo va a llegar tarde, sino también muy alejado de la realidad empresarial y de nuestro sector, integrado fundamentalmente por pymes y micropymes”, ha señalado Ruiz Aragoneses.
El presidente de Vitartis ha asegurado que tras la última reunión mantenida con un alto cargo del Ministerio de Industria, “lo que hemos comprobado es que, además de no atender prácticamente las sugerencias que nos habían solicitado, las bases reguladoras plantean la presentación de proyectos de una gran complejidad, con unos requerimientos enrevesados, ajenos a la realidad de la empresa y a la situación actual del mercado”.
Requerimientos “enrevesados”
2 años después del anuncio del Perte, añadió, el mercado nacional e internacional ha cambiado drásticamente. “La reactivación de la demanda en la segunda mitad de 2021 provocó el desabastecimiento de ciertos componentes estratégicos, el incremento de los precios o una crisis logística. Y la invasión de Ucrania aceleró la crisis energética y la escalada de la inflación, entre otras fatalidades. Por lo tanto, ni la realidad de nuestro entorno es la de hace 2 años ni podemos esperar que un Perte anclado en los tiempos de la pandemia pueda ser eficaz en 2023”.
Además, ha asegurado Ruiz Aragoneses, es “inconcebible que se deje fuera de este Perte al sector primario y a la distribución, cuando lo que estamos buscando es que los nuevos proyectos impliquen a toda la cadena de valor”.
Efecto disuasorio
No se entiende, añadió, que la participación en este Perte “sea incompatible con otras ayudas regionales, cuando la compatibilidad de ambas es coherente en el planteamiento de los Pertes de otros sectores”.
En opinión del presidente de Vitartis, tanto esta circunstancia como el propio retraso en la aprobación del Perte están desincentivando la inversión. “2 años a la espera de las ayudas prometidas no actúan como un incentivo a la inversión, sino todo lo contrario: aportan un efecto disuasorio que, de hecho, ha frenado inversiones en el sector”.
Desconfianza y temor por los plazos
Según el empresario, el planteamiento del Perte Agroalimentario “nos genera mucha desconfianza y temor por los plazos tan cortos que tendremos para la presentación y ejecución de los proyectos, además de la complejidad de los mismos”.
“Temor y desconfianza, también, porque la Administración no tenga la capacidad de gestión que exige el manejo de estos fondos europeos y por el hecho de que no lleguen finalmente a las empresas”, aseguró Ruiz Aragoneses.
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