El sector de la distribución alimentaria reclama medidas para que se le considere una actividad esencial recogida en un marco jurídico que la ampare y que reclasifique los distintos tipos de IVA que se aplican a la alimentación para bajarlos e, incluso, eliminarlos de forma temporal para alguno de los productos a los que se aplica en la actualidad el 4%.
Así lo ha puesto de manifiesto este viernes en Valladolid Ignacio García Magarzo, director general de la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas), quien ha reclamado una “reclasificación de los tipos” de IVA para que los del 21% pasen al 10% y los del 10% al 4% para algunos productos. “Hay margen para hacerlo por exceso de recaudación y esta medida ya se aplicó con éxito en Alemania en 2020”, subrayó el ejecutivo.
García Magarzo pidió “comprensión” a la sociedad ante unas circunstancias “excepcionales” que han llevado a los alimentos a sufrir una subida histórica de inflación, y también demandó precios sostenibles de energía –“hay cadenas de supermercados que tendrán resultados negativos este año por culta de los costes energéticos”, enfatizó-; habló de la necesidad del aseguramiento de un transporte “eficaz y a un precio razonable”; pidió ayudas en el acceso a las materias primas y que se demore la entrada en vigor de nuevos impuestos, como la prevista a partir del próximo año para el plástico de un solo uso y que afectará a decenas de miles de alimentos.
Cuarta distribución del mundo con menos roturas de stocks
El director de Asedas ha querido poner en valor, junto a José Daniel Posadas, presidente de la Asociación de Empresarios de Supermercados de Castilla y León (Asucyl), lo que el sector de la distribución alimentaria aporta a la sociedad, “que no siempre se conoce bien. Por ejemplo, que tenemos una de las distribuciones de alimentos más eficientes de Europa y la cuarta del mundo con menos roturas de stocks”.
Posadas detalló las principales magnitudes del sector en Castilla y León y aseveró que la densidad del comercio de alimentación en nuestra región supera la media nacional a pesar de la alta dispersión de población.
Baja concentración de operadores
El sector cuenta en la actualidad con 1.050 tiendas en Castilla y León lo que representa 3 de cada 4 metros cuadrados de superficie comercial en Castilla y León, caracterizado por un nivel de concentración de operadores “muy baja y un alto nivel de competencia que favorece al cliente con precios muy estables”, destacó Posadas.
A esto ha añadido que generan 14.000 puestos de trabajo directos, “mano de obra cualificada y altamente feminizada de entre el 70% y el 75%, ha precisado, y un nivel de negocio de 2.750 millones de euros con una balanza comercial positiva en un 11% para Castilla y León, donde compra productos a proveedores por encima de los 3.000 millones de euros”.
Castilla y León Económica/ Eurpa Press