Como cada año por estas fechas, Bodegas Vizar vive una explosión de actividad en sus viñedos y bodega. A pesar de las altas temperaturas del verano, la recogida de la uva no se adelantado gracias a la ubicación privilegiada de la finca, en una cuenca fluvial, situada entre el río Duero y el Canal del Duero.
La vendimia arranca por primera vez tras lograr la consideración de Vino de Pago entre las denominaciones de origen, un proceso iniciado en mayo de 2015 y que culminaba el pasado mes de febrero con su derecho al uso de la Denominación de Origen Protegida (DOP), otorgado por la Comunidad Europea.
Máxima categoría
El Vino de Pago es la máxima categoría que puede alcanzar un vino como DOP, equiparable a condición de Grand Cru que se otorga a determinadas bodegas de pago o finca en la catalogación francesa. “Se trata de reflejar la esencia de un terruño singular y encerrar su distinción enológica en una botella”, explican sus responsables.
La DOP Vino de Pago garantiza la procedencia de las uvas y el vino de un terruño o terroir, con unas características edáficas y un microclima específicos, lo que le confiere una calidad y propiedades singulares y únicas por estar identificadas con su origen geográfico, pero también a los factores humanos y culturales que acompañan el trabajo y la elaboración del vino, en este caso ecológico siempre y de procedente de un territorio vitivinícola con siete siglos de historia a sus espaldas. La distinción de DOP Vino de Pago, otorgada por Bruselas, sólo la ostentan en España 24 de las casi 4.600 bodegas que existen en el país.
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