Facyl, el clúster de la automoción de Castilla y León, organizó este martes en Valladolid una jornada para analizar los distintos retos de futuro del sector en la comunidad autónoma en la que participó Carlos Martín Tobalina, viceconsejero de Economía y Competitividad de la Junta.
Con la presencia de cerca de 40 empresas asociadas al clúster, Félix Cano, presidente de Facyl, fue una vez más reivindicativo ante los “momentos muy difíciles en los que nos encontramos”. En este sentido, reseñó que la automoción de la comunidad autónoma está viendo cómo los PERTE asociados a este tejido productivo “han sido un fracaso” puesto que “hay mucho dinero que se ha quedado sin adjudicar y consideramos que hay que redefinirlos”. Por este motivo, señaló: “es urgente una redefinición de las ayudas que necesita el sector y hay que redireccionar esas ayudas y ponerlas hacia las administraciones autonómicas que son las más cercanas”.
Crisis de demanda y de oferta
Así, el presidente de FaCyL explicó que, actualmente, “tenemos una crisis de demanda, después de haber vivido una crisis de oferta. Hay mucha incertidumbre para que los consumidores cambien de coche”. Cano manifestó durante su intervención que parece que “hay mucha prisa por acelerar el proceso de transición hacia otro modelo de movilidad” sin tener en cuenta las demandas de empresas y consumidores.
Facyl recordó que la automoción de Castilla y León vive un momento de incertidumbre y abogó por llevar a cabo el proceso de transición de movilidad de manera meditada y sin imposiciones por parte de las diferentes administraciones.
En su intervención, Cano detalló que desde 2020 ha habido “distintas crisis en el sector. Primero con la pandemia de COVID-19, la crisis de materias primas (en las que los precios de algunas de ellas subieron hasta el doble o el triple) y la crisis energética que se inició en la segunda mitad de 2021 y que se incrementó con motivo de la invasión de Ucrania”. A su juicio, la crisis energética está incrementando de forma exponencial las facturas de las empresas en esta materia y esto puede abocar a trabajar a pérdidas provocando una disminución de la competitividad y acabar con los márgenes de las empresas.
Costes laborales y talento
Desde FaCyL también se puso en el foco sobre la “inflación tan elevada” que se sufre actualmente en España: “al sector nos preocupa la presión sobre los costes laborales”. El clúster de la automoción de Castilla y León también incidió en la dificultad para encontrar el talento que se precisa en un momento crucial de transformación del sector y los problemas que existen para contratar determinados perfiles profesionales. Por otra parte, Cano añadió que es preciso “refinanciar la industria de la automoción, que ha demostrado ser muy productiva, para que siga siendo competitiva. La cadena de suministros, por otra parte, debe acercarse más a las plantas de producción”.
Mensaje de optimismo
Sin embargo, el clúster de automoción de Castilla y León, a pesar de las actuales dificultades, lanzó un mensaje de optimismo sobre el futuro del sector, un ecosistema productivo que “ha mantenido el empleo durante los últimos años a pesar de las dificultades” y que es un pilar fundamental de la economía castellana y leonesa como punta de lanza de modernidad y de innovación.
El presidente de Facyl puso el énfasis en que la automoción de Castilla y León es una industria de reconocido prestigio tanto en España como en todos los países del resto del mundo a los que exporta la producción que aquí se realiza.
Por este motivo, valoró la calidad de la automoción de la comunidad autónoma como un activo que cuidar y planificar a largo plazo para su pervivencia. Facyl detalló que hay una “demanda latente” de vehículos y que se “van a seguir fabricando coches” que supondrán “nuevas oportunidades” para exportar y dar conocer el know-how de las empresas de Castilla y León para ofrecer sus servicios en todo el mundo.
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