Agustín Sigüenza, director general de Formación Profesional y Régimen Especial de la Junta, explicó que la nueva Ley “da más protagonismo al tejido productivo” en la jornada La FP y su implicación con las empresas que organizaron este martes Castilla y León Económica y la Fundación Empresa Familiar de Castilla y León (EFCL) en Valladolid para resolver las dudas sobre las prácticas curriculares, las becas y los contratos de formación en alternancia.
En su ponencia apuntó que la actual normativa reconoce la participación de las empresas y los agentes económicos y sociales en el diseño, evaluación e innovación de la Formación Profesional, “asegurando un circuito de transferencia de conocimiento formación-empresa y el interés público”. En esta línea, destacó también que recoge nuevas definiciones para conceptos como competencia profesional, elemento de competencia y estándar de competencia, entre otros. “La nueva legislación aporta nuevos instrumentos de gestión, aunque es demasiado burocrática. Plantea además un modelo de formación capitalizable, más o menos flexible a lo largo de toda la vida”, afirmó.
Formación Profesional Dual
Precisamente, indicó que toda la Formación Profesional tendrá un “carácter” dual, de modo que “todos los estudiantes que alcancen un certificado o título de grado C y D pasarán por la empresa durante su formación”. Al respecto, señaló que existen 2 tipos en función de la duración del período en la compañía, del porcentaje de resultados de aprendizaje asumidos por la firma y de la relación con la empresa, que puede ser contractual o no.
“La Ley recoge que cada estudiante contará con un Plan de Formación que detallará los resultados de aprendizaje en el centro y en la empresa”, comentó Sigüenza, quien recordó que se regulan también las figuras de los tutores duales tanto del centro como de la compañía, que se contempla el agrupamiento de pymes y el tutor de empresa compartido, “lo que supone una novedad” y que se crean perfiles que colaboran y facilitan la colaboración entre los 2 ámbitos, como la de prospector de empresas, “que ya la impulsamos hace 2 años” y de experto senior de la compañía en el centro.
En su intervención, Daniel Díez, asociado senior de Garrigues, analizó las implicaciones laborales sobre la nueva legislación en formación profesional. En el caso del contrato de formación en alternancia indicó que permite compatibilizar la actividad laboral retribuida con los procesos formativos. Según explicó, no podrá establecerse un período de prueba y tampoco podrá concertarse cuando la acción o el puesto haya sido desempeñado con anterioridad por el trabajador en la misma empresa bajo cualquier modalidad por un tiempo superior a 6 meses. Por su parte, el contrato formativo para la obtención de la práctica profesional está dirigido a quienes estuviesen en posesión de un título universitario o de un título de grado medio o superior, especialista, master profesional o certificado del sistema de formación profesional. “A la finalización del contrato la persona trabajadora tendrá derecho a la certificación del contenido de la práctica realizada”, apuntó.
Sin horas extraordinarias
Comunes a ambas modalidades es que la acción protectora de la Seguridad Social “comprenderá todas las contingencias protegibles y prestaciones (incluidos desempleo y Fogasa). Además, no se podrán realizar horas extraordinarias, salvo por causa de fuerza mayor”. En este sentido, aseguró que el contrato se formalizará por escrito e incluirá el plan formativo y las actividades de tutoría y será “la negociación colectiva la que podrá determinar qué puestos, grupos o niveles podrán desempeñarse”.
El evento contó también con la mesa redonda titulada Cómo afecta a las empresas la nueva Ley Orgánica de Formación Profesional, moderada por Alberto Cagigas, director de Castilla y León Económica, en la que participaron María Robles, secretaria general de la Cámara de Comercio de Valladolid; Alberto Pascual, CEO del Grupo Kerbest y socio de Vitartis; y Ana Núñez, directora del clúster de Automoción de Castilla y León (Facyl).
Cagigas señaló que en un mercado laboral con desajustes entre la oferta y la demanda, pues cerca de un 9% de las vacantes laborales se queda sin cubrir en las compañías y 8 de cada 10 empresas reconocen tener dificultades a la hora de encontrar talento, “la FP, y sobre todo la Dual, se ha convertido en una alternativa eficaz por las ventajas que tienen las empresas para solucionar sus necesidades de trabajadores cualificados”. En esta línea, destacó que justo hace un mes la Junta anunció que se ofertarán 22 ciclos formativos de grado superior, 15 de grado medio, 8 de FP Básica y 3 enseñanzas de Régimen Especial. “De ellos, 22 se impartirán en centros ubicados en el medio rural, con el fin de mejorar la cohesión en la comunidad autónoma. Así, para el próximo curso en Castilla y León se ponen a disposición de los alumnos 60.000 plazas distribuidas en 128 títulos, correspondientes a 22 familias profesionales”, dijo.
Competencias
La secretaria general de la Cámara de Comercio de Valladolid puso sobre la mesa las competencias que requieren las empresas, entre las que destacó la adaptación al cambio, la resolución de conflictos, la comunicación y la flexibilidad. “Hay muchos perfiles que se demandan en el canal Horeca, la construcción y las energías renovables. Es importante conocer el tejido del territorio en el que se actúa, con un número significativo de pymes y micropymes”, aseguró.
Asimismo, Pascual puso en valor en la necesidad de lograr el compromiso del alumno cuando entra en un proceso de FP Dual tras la inversión de la empresa, “que precisa tener un retorno también en atracción del talento”. A su juicio, se viene de un sistema “muy rígido y ahora con la flexibilidad que aporta la nueva normativa se nos abren nuevas oportunidades. Los negocios debemos verlo como una inversión a largo plazo y que debe ser una necesidad en nuestros planes estratégicos y un cambio de concepción”.
Por último, la directora del clúster de Automoción de Castilla y León indicó que la oportunidad está, “dentro de este escenario incierto y con un horizonte que no está muy claro en cuanto a cuál va ser la situación en general, en la innovación y eso implica atraer y retener talento”. En cuanto a los retos a los que se enfrenta el sector, reconoció que hay un desfase entre lo que se oferta y las necesidades de las empresas. “Dentro de las dificultades hay determinados perfiles profesionales difíciles de cubrir”, puntualizó.
Castilla y León Económica
