Se ha celebrado ayer, 19 de mayo, la entrega de los IX Premios al Mejor Directivo de Castilla y León, organizados por Castilla y León Económica. El jurado de los mismos ha decidido otorgar a Ángel Rodríguez Lagunilla, presidente de Iveco España, el Premio de Honor.
Juan García-Gallardo, vicepresidente de la Junta de Castilla y León, ponía en valor en su intervención de cierre de acto el esfuerzo, el tesón, la inteligencia y el apoyo de las familias que tienen todos los premiados. Conociendo a muchos de los premiados, les aseguro que el vicepresidente acertaba en su valoración. En el caso de Ángel Rodríguez, esa valoración es especialmente atinada.
Labor excelente en la planta vallisoletana
Conocí a Ángel hace más de 12 años. Volvía de sus responsabilidades logísticas en Brescia de la mano de Piero Bondesan para hacerse cargo de la fábrica de Iveco en Valladolid. Ángel hizo una labor excelente en la planta vallisoletana impulsando su flexibilidad y contribuyendo al reconocimiento de Valladolid como una de las plantas más eficaces del grupo, adaptable a todas las circunstancias de producción y competitiva en el mercado, y especialmente dentro del grupo. La planta de Iveco en Valladolid goza hoy de salud industrial gracias a su flexibilidad en una situación de riesgo permanente dentro del propio grupo.
Después de su etapa en Valladolid, Ángel recaló en la planta del grupo en Madrid dos años después, a finales de 2011. Los retos eras muy importantes para una de las fábricas de Iveco líderes en fabricación de camiones. Desde allí diseñó una estrategia industrial junto a Jaime Revilla que ha fortalecido y garantizado el futuro industrial de Valladolid, salvando a nuestra fábrica de algún que otro apuro.
Digno sucesor de Jaime Revilla
4 años más tarde, en 2015, Ángel se convierte en responsable de producción del grupo en Europa, Oriente Medio y África. Todas estas responsabilidades se han incrementado con la Presidencia del grupo en España desde hace un par de años.
Digno sucesor de nuestro querido Jaime Revilla, lo que más impacta de Ángel es su exquisito talante, su tranquilidad, su mesura, su compromiso, su humildad, su inteligencia y su devoción por el trabajo.
La trayectoria de este castellano y leonés en el grupo, y sus responsabilidades en esta multinacional, es un ejemplo para todos los que estamos de una u otra forma vinculados al sector de la automoción desde nuestras distintas áreas de trabajo. Conocer la trayectoria de este vallisoletano te hace creer y valorar la meritocracia como base del progreso de un trabajador en una estructura.
Capacidad y proyección de Ángel
Su anterior superior jerárquico en España, don Jaime Revilla, ya nos avisó hace años de la capacidad de Ángel y de la proyección de este discretísimo alto directivo del que tenemos que sentirnos muy orgullosos en Castilla y León. El nunca lo reconocerá en público, pero es el principal artífice de que la planta de Valladolid no sólo siga funcionando y produciendo vehículos industriales ligeros, si no que ha sido fundamental en dar visibilidad y viabilidad a esta fábrica que tanta historia acumula para la industria castellana y leonesa.
Ayer, en su emocionado recuerdo a su familia, he vuelto a reconocer a una gran persona, a un ser humano distinto y admirable que trataba inútilmente de aguantar su emoción. Debe de ser por las horas que ha robado a su familia para dedicarlas al bien común de diseñar actividad y, por lo tanto, empleo para las fábricas del grupo.
Enhorabuena a todos los premiados y a sus familias, enhorabuena y gracias, Ángel.