Han pasado 25 años desde que Ricardo Fortuoso constituyese, junto con un socio, 1A Ingenieros, con un sueño y un objetivo: contar con una ingeniería multidisciplinar que abarcase diferentes actividades, algo que hoy es bastante común, pero en 1997 era una rara avis.
De las 3 personas que comenzaron el periplo empresarial y los 150.000 euros de facturación, la compañía vallisoletana cerró el ejercicio 2021 con 160 trabajadores y una cifra de negocio de 7,5 millones de euros, con un crecimiento galopante de un 80% respecto al ejercicio precedente. Una tasa que también se plasma en el área de empleo: en 2015 la estructura de la compañía estaba integrada por 55 personas, mientras que hoy ya supera las 170, una cifra que no para de crecer. Además, la empresa invierte el 50% del beneficio, lo que se traduce en un 10% de cifra de negocio, a nuevas áreas de crecimiento.
Multidisciplinariedad
La apuesta, como detalla Fortuoso, salió bien: “esa multidisciplinariedad nos ha permitido captar proyectos de gran envergadura y de grandes empresas, que buscaban dar respuesta a distintas necesidades con un mismo proveedor”. No en vano, en la actualidad el 95% de su cartera de clientes son grandes compañías y el 5% restante, pymes.
Desde sus inicios tuvieron claro que querían gestionar el negocio “como una gran empresa”, de ahí que apostaran por modelos de excelencia, con certificados de calidad, medio ambiente, seguridad y salud en el trabajo, que poseen desde hace más de 2 décadas, culminados en los últimos tiempos con la ISO 14006 de ecodiseño en 2021 e implantación de la ISO 27000 de ciberseguridad.
La actividad de 1A Ingenieros se centra en 3 ejes: las energías renovables, la distribución y transporte de electricidad, gas e hidrógeno, así como la movilidad eléctrica, con proyectos en generación que suman más de 6 gigavatios a nivel nacional y trabajos fuera de España, como en Sudáfrica; la economía circular, con la generación de biogás, biometano e hidrógeno -la empresa participa en la adjudicación de los primeros proyectos de hidrógeno por parte de la Asociación Española del Gas (Sedigas)-; y la construcción saludable, tanto en la vertiente industrial, con proyectos de plantas para grandes clientes, como en el ámbito de la logística y la distribución.
Plan estratégico
El plan estratégico de 1A Ingenieros a 3 años pasa por crecer hasta los 12 millones de facturación, con el foco puesto en la digitalización de la práctica totalidad de sus procesos, la economía circular y las energías renovables.
“Estamos cada vez más centrados en aportar valor con nuestros proyectos, a la sociedad y al medio ambiente, más allá de la vertiente económica. Generar un impacto positivo siendo rentables”, sostiene el CEO de la compañía, quien añade: “es lo que podríamos denominar rentabilidad sostenible y ser un proyecto atractivo y magnético para todos nuestros grupos de interés”. Y ese afán les llevó en 2015 a adherirse al Pacto Mundial de Naciones Unidas y a contar, desde 2017, con el sello Oro de EcoVadis por sus prácticas de Responsabilidad Social Empresarial, que ha renovado en 3 ocasiones.
Una constatación de su apuesta por la digitalización es 1A Digital, una filial de la compañía para atraer talento, con actividad propia, que trabaja en desarrollar soluciones tecnológicas para la generación y explotación de gemelos digitales, machine learning, data & analytics o soluciones cloud y software a medida.
Otro de los pilares de esta estrategia de futuro es generar al menos 2 alianzas sólidas al año y crear una red de colaboradores. “Quizá hemos tardado en aprender las ventajas de este tipo de sinergias”, apostilla Fortuoso.
En esa filosofía de generar valor en sectores donde consideran que pueden aportar, más allá de la ingeniería, encajan 2 sociedades en las que participa 1A Ingenieros, como son I-solagua, en el ámbito de las energías renovables; y Alzo, compañía desarrolladora de proyectos llave en mano de biogás y biometano.
Captación y retención del talento
El capítulo de personas es una de las claves de 1A Ingenieros como resalta su CEO Ricardo Fortuoso, quien detalla que en la actualidad cuentan con una decena de proyectos abiertos para la captación de personal y atracción de talento. Se trata de perfiles técnicos, tanto del ámbito universitario como de la formación profesional. De hecho, preguntado sobre cuál es su mayor orgullo de esta andadura empresarial de 25 años, el empresario destaca “el equipo humano formado y también ser referente del sector a nivel nacional, compitiendo con empresas mucho más grandes que nosotros”.
La firma posee, además de la sede central en Valladolid, oficinas en León, Salamanca, Pontevedra y Toledo, desde donde se da servicio a la zona centro, incluida Madrid; y personal en todas las regiones de España, así como en Portugal.
Más información en el número de mayo de Castilla y León Económica
