La Cooperativa Acor obtuvo un beneficio de 2,5 millones de euros en el ejercicio económico 2020-21, pese al contexto de crisis económica mundial que ha causado el Covid-19 y que, en el sector, ha supuesto una caída generalizada del consumo y una recuperación de los precios comunitarios del azúcar más lenta de lo previsto.
Con los mercados internacionales de materias primas alterados durante todo el ejercicio y el precio del petróleo en mínimos, la cooperativa ha sabido mantener los resultados positivos por segundo año consecutivo (tras 2 años anteriores de pérdidas) y garantizar a sus socios percibir el precio equivalente comprometido de 42 euros por tonelada de remolacha tipo.
Aumenta la cifra de negocio
El balance del ejercicio, que será sometido a votación en la Asamblea General de Delegados del próximo 2 de diciembre, recoge que la cifra de negocio de la cooperativa ascendió a 129,3 millones de euros, un 2,5% más en relación con la campaña pasada.
Este resultado se debe, principalmente, a un incremento del 8,2% en el precio medio de venta del azúcar de Acor (un 22% más respecto al ejercicio 2018-19), una recuperación sin embargo más pausada de lo previsto pese a la disminución de la producción azucarera dentro de la UE.
Para Jesús Posadas, presidente de Acor, este resultado refuerza la etapa de estabilidad en la que se encuentra la cooperativa tras superar un escenario “muy complejo, con mucha volatilidad en los mercados y constantes altibajos debido a la pandemia”.
“Estas cuentas ratifican la consolidación de nuestro proyecto cooperativo que el próximo año cumple 60 años y que tiene por delante grandes retos para aumentar aún más nuestra eficiencia e impulsar la sostenibilidad con una disminución de nuestra dependencia del gas”, afirmó Posadas.
Rendimientos en fábrica
La campaña remolachera 2020-21, de 103 días de duración, se caracterizó por una gran calidad de la remolacha con un alto rendimiento en fábrica. Así, la cooperativa obtuvo 159.066 toneladas de azúcar de 1,03 millones de toneladas de remolacha física, con un ritmo medio de molturación de 10.028 toneladas al día, nada menos que 800 toneladas diarias más que durante la campaña anterior.
La volatilidad de los mercados afectó a todas las materias primas, también lógicamente a otros productos que gestiona la cooperativa, como el aceite vegetal y las harinas de semillas oleaginosas. La crisis disminuyó el precio y el consumo de biocombustibles, al que se destina principalmente el aceite de colza; y en el ámbito alimentario, la baja actividad del canal Horeca (hoteles, restaurantes y cafeterías) redujo la actividad de Olmedo y las ventas del aceite de girasol.
En concreto, la planta de aceites de Acor, ubicada junto a la planta de azúcar en Olmedo (Valladolid), obtuvo 76.802 toneladas de harinas y 64.837 toneladas de aceites crudos a partir de las semillas de colza y girasol.
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