Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta de Castilla y León, ha recalcado hoy el compromiso de su Gobierno para seguir reduciendo los impuestos en la región “y hacerlo, además, con especial incidencia en el mundo rural”. Así lo ha afirmado en la inauguración del XVI Congreso Tributario que se celebra en Burgos, donde ha reclamado que todas las administraciones apuesten por una política fiscal favorable con el mundo rural.
Fernández Mañueco ha incidido en que la experiencia ha demostrado que cuando la presión fiscal es baja, las familias y los empresarios disponen de más recursos para consumir y para invertir y, además, facilita el crecimiento y la creación de empleo. Por este motivo, ha subrayado, que en Castilla y León se apuesta por una fiscalidad moderada e inteligente que supone que la comunidad autónoma se sitúe como la primera región en apoyo fiscal a las familias, la segunda con el gravamen más reducido del IRPF y entre las 3 primeras con una fiscalidad más favorable hacia el mundo rural, según ha reconocido diversas instituciones.
Eliminar un impuesto injusto
Por este motivo, se ha bonificado al 99% recientemente el “injusto” Impuesto de Sucesiones y Donaciones, ha defendido el presidente de la Junta, quien también ha recordado que el Índice Autonómico de Competitividad publicado recientemente por la Fundación para el Avance de la Libertad y la Tax Fundation ha elevado 7 puestos la posición de Castilla y León, hasta posicionarla como la cuarta comunidad con mejor competitividad fiscal.
Apuntó que desde la Junta se tiene claro que de producirse una armonización fiscal, debe ser a la baja, y no al alza, “y orientada, por tanto, hacia una rebaja de impuestos”. Y ha censurado que el permanente debate en torno a esta cuestión esté alimentado a menudo “por enfrentamientos estériles” que alejan del necesario debate sereno para trazar el camino a seguir por todos.
“El debate público sobre el sistema tributario siempre está de actualidad y afecta de manera más directa a nivel autonómico y territorial”, ha valorado el jefe del Ejecutivo autonómico, quien ha apuntado que precisamente ocupa lugar destacado el relativo a la autonomía fiscal y financiera, pieza clave del actual modelo de Estado autonómico. Una autonomía fiscal, ha apostillado, que es “necesaria e irrenunciable” para las comunidades autónomas, pues sin ella no hay autonomía política
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