Cajamar celebra este jueves en Valladolid el sexto Foro de Bioeconomía, en colaboración con el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl), y el Centro Tecnológico Cartif, donde una veintena de investigadores y empresarios castellanos y leoneses profundizarán en el desarrollo de las tecnologías de la bioeconomía circular.
En la apertura de la jornada, Eduardo Baamonde, presidente de Cajamar, calificó el evento como uno de los foros “más interesantes y prometedores de nuestra parrilla de actividades formativas”. Baamonde justificó la organización de una iniciativa de estas características en que necesitamos ser cada día “más eficientes y sostenibles en la agricultura, y para ello se precisa de conocimiento y tecnologías”. El presidente de Cajamar enfatizó que las administraciones públicas “tienen que impulsar y crear estrategias para el desarrollo de un nuevo modelo económico sostenible”.
Junto a Baamonde abrió la sesión Jorge Llorente, viceconsejero de Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León, quien detalló las actuaciones del Itacyl para promover la bioeconomía. Llorente enfatizó que la bioeconomía es una “responsabilidad de los poderes públicos y también una gran oportunidad, porque detrás hay un potente mercado de bienes que pueden generar mucha riqueza”.
En el foro, presidentes y directivos de empresas como Campofrío, Grupo Matarromera, Grupo Entrepinares, Grupo Sanchiz y Galletas Gullón, entre otras, muestran el estado actual de desarrollo e implantación de las tecnologías aplicables de valorización de subproductos y residuos de la industria agroalimentaria.
Reducir emisiones de gases de efecto invernadero
Y ponen de relieve cómo la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y de promover una economía circular y eficiente está impulsando el desarrollo de una bioeconomía circular, cuyo objetivo más significativo es la valorización de subproductos y residuos.
Un subsector, el de la bioeconomía, que en la Unión Europea genera anualmente un volumen de negocio de más de 2 billones de euros y emplea a más de 22 millones de personas en la industria agroalimentaria, química, biotecnológica y energética.
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