Itacyl desarrolla proyectos de I+D+i en colaboración con las empresas para aumentar su competitividad

El instituto, dependiente de la Consejería de Agricultura, cuenta con más de 150 proyectos activos al año con más de 300 colaboraciones
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Uno de los proyectos liderados por el Itacyl es ‘Cereals4Health’ para el desarrollo de ingredientes y alimentos nutraceúticos dirigidos a pacientes oncohematológicos a partir de salvado de trigo.

El Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl), dependiente de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, tiene como principal objetivo aumentar la competitividad y la sostenibilidad del sector primario y la agroalimentación a través de la ingeniería, la investigación e innovación, las tecnologías y la calidad alimentaria. En la actualidad, cuenta con más de 150 proyectos activos al año con más de 300 colaboraciones, trabaja con más de 200 socios, ejecuta 175 ensayos agrícolas en 82 localidades y realiza 210.000 determinaciones analíticas especializadas para alrededor de 400 clientes.

Según el citado Departamento, este centro tecnológico aspira “a hacer un medio rural más atractivo, con oportunidades y con futuro” y pretende conseguir “una agricultura, ganadería e industria agroalimentaria más competitivas, más eficientes y más sostenibles, con un uso de inputs reducido y racional, además de convertir este sector como atractivo para los jóvenes y especialmente mujeres, capaz de proporcionar alimentos sostenibles, seguros y saludables a la sociedad”.

Entre sus retos, destaca promover un uso sostenible del agua; potenciar la bioeconomía y economía circular; participar en la lucha contra el cambio climático; promover la revolución 4.0 en toda la cadena de valor y la digitalización e interconexión; investigar sobre nuevos cultivos, productos y procesos alimentarios; impulsar el desarrollo de alimentos saludables y funcionales; generar ahorro de costes; potenciar la calidad diferenciada; y participar en la promoción alimentaria.

Para ello, la Red de Centros del Itacyl dispone de unas infraestructuras centrales, ubicadas en la Finca Zamadueñas en el término municipal de Valladolid, y 6 estaciones y centros especializados distribuidos en la región: Leche en Palencia, Enológica en Rueda (Valladolid), Porcino en Hontalbilla (Segovia), Carne en Guijuelo (Salamanca), Acuicultura en Segovia y Biocombustibles y Bioproductos en Villarejo de Órbigo (León).

Instrumento ‘vivo’

El modelo de I+i del Itacyl se desarrolla como un instrumento vivo en permanente actualización, avalado por el Comisionado para la Ciencia y la Tecnología a nivel regional, a partir de la Estrategia Regional de Investigación e Innovación para una Especialización Inteligente (RIS3). Cuenta con 5 áreas (agrícola, ganadero, industria alimentaria, bioeconomía y desarrollo tecnológico), con 12 líneas y 92 programas.

Este modelo de I+i persigue incrementar los niveles de colaboración y aprovechar el talento y la capacidad investigadoras en la región, evitar su atomización y buscar las sinergias necesarias para ofrecer una investigación útil a los agentes y empresas del sector, que pueda concretarse en el menor plazo posible en innovación y, por tanto, conseguir una mayor competitividad para sector. Según destacan en el Itacyl, se trabaja bajo el principio de Innovación Abierta mediante un ecosistema de escucha y colaboración continua, formada por las unidades de investigación propias y otros socios, entre los que se encuentran las universidades, CSIC, centros de I+D externos a nivel europeo, nacional y regional, asociaciones sectoriales, organizaciones profesionales agrarias, cooperativas, cámaras de comercio, el Instituto para la Competitividad Empresarial (ICE), la plataforma Food for Life de FIAB y redes europeas de conocimiento, También se trabaja bajo el concepto de Mentoring e Innovación, que implica una tutorización de las empresas desde la generación de ésta hasta el desarrollo global del producto o procesos. 

Además, el Itacyl presta servicios de interés para el sector agrario, con medios como imágenes de satélite, servicios de posicionamiento de alta precisión, sistemas de información geográfica y diversos proyectos relacionados con la agrometeorología, la edafología y la modelización de cultivos.

En la actualidad, el centro participa para conseguir los objetivos en más de una docena de proyectos y líneas de trabajo con geotecnologías. Hoy en día, más de 6.000 usuarios activos usan la red de posicionamiento GNSS de Castilla y León, se descargan y procesan más de 2.500 imágenes de satélite anuales, mantiene y gestiona una red de 53 estaciones climáticas automáticas, dispone de la información de más de 15.000 resultados analíticos de muestras de suelo georeferenciadas y 32 comunidades de regantes utilizan el servicio de descargas masivas de Inforiego para establecer las necesidades de riego.

Uno de los proyectos desarrollados por el Itacyl es Cereals4Health para el desarrollo de ingredientes y alimentos nutraceúticos dirigidos a pacientes oncohematológicos a partir de salvado de trigo, financiado por la Agencia Estatal de Investigación (AEI) y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder). En este caso, el consorcio está formado por el Instituto de Ciencia y Tecnología de los Alimentos y Nutrición (Ictan) del CSIC, el departamento de terapias oncohematológicas del Hospital Universitario de Salamanca (Husal), la planta de procesos y productos innovadores y el laboratorio de análisis sensorial del Itacyl y Emesa, empresa agroalimentaria dedicada a la producción de harinas tradicionales y diferenciadas.

La evidencia científica respalda el consumo de productos de granos integrales frente a las harinas refinadas, debido a sus compuestos biológicamente activos y los efectos sinérgicos entre la fibra dietética y diferentes micronutrientes, de forma que se mejora la salud, inmunidad y control de peso. Su consumo en edades tempranas puede contribuir a controlar los niveles de insulina, reduciendo adecuadamente diabetes, obesidad e incidencia de enfermedades relacionadas durante la infancia o la edad adulta.

Beneficio del salvado de trigo

La mayor parte del salvado trigo se destina a la alimentación animal y tradicionalmente ha recibido menos atención que el de avena, incorporado extensivamente a la alimentación humana. Sin embargo, estudios realizados por el consorcio  muestran el beneficio del salvado de trigo frente al de avena, a nivel de compuestos antioxidantes y antiinflamatorios, menor índice glucémico, y mayor contenido en compuestos fenólicos.

El ácido ferúlico (AF) es el compuesto fenólico más abundante, y debido a sus importantes beneficios para la salud (efectos antioxidantes, antiinflamatorios, antihipertensivos y anti-escleróticos in vitro e in vivo), se ha promovido su potencial uso como recurso en la producción de ingredientes funcionales en este proyecto innovador cuyo objetivo principal es el desarrollo de prototipos de alimentos con propiedades inmunomoduladoras que incorporen en su formulación salvado de trigo hidrolizado con compuestos fenólicos bioaccesibles contribuyendo a modular la respuesta inmune de pacientes con hemopatías que reciben un trasplante de progenitores hematopoyéticos.

El uso combinado de tratamientos hidrotérmicos, altas presiones hidrostáticas y procesos hidrolíticos permiten obtener un ingrediente nutraceútico con alto contenido en AF y elevadas propiedades antioxidantes y antiinflamatorias y con un rendimiento del método extractivo es cercano al 50%. Se está trabajando en el desarrollo de alimentos funcionales enriquecidos con el ingrediente nutraceútico, en breve se iniciarán los estudios de validación preclínica y por último un estudio de intervención clínico y que permitirá validar el efecto del ingrediente.

Los resultados alcanzados abren una nueva vía muy interesante que podrán contribuir a paliar los efectos de tratamientos terapéuticos en pacientes oncológicos y proveer a la industria harinera de un nuevo modelo de negocio.

Frutos secos

El Itacyl también trabaja en la tecnificación del cultivo de frutos secos, utilizando técnicas de teledetección para clasificar el vigor vegetativo de las plantaciones de almendros, nogales y pistachos y su relación con los parámetros productivos y de calidad de fruto. Los frutos secos son un cultivo en auge, si bien aún hay muchos factores que dificultan su implantación en nuestra comunidad autónoma.

A través de un proyecto de investigación, de financiación Feader y en el que participan las asociaciones Aspropicyl y Naturduero, las empresas Pistacyl, Valnut y Partidora de Almendras del Duero, y el Centro Tecnológico Agrario y Agroalimentario Itagra de Palencia, se trabaja para fomentar su cultivo de manera rentable y sostenible, utilizando técnicas de teledetección como las imágenes satélite, que proporcionan gran cantidad de información para dar un valor añadido a estos cultivos.

Los avances realizados repercutirán en un ahorro económico importante para el agricultor, ya que la metodología utilizada permite obtener una zonificación de las parcelas de cultivo, ver qué zonas requieren hacer un manejo diferenciado o a la carta, aplicando más o menos riego, más o menos fertilización, entre otros. Este manejo diferenciado se traduce en un ahorro de costes, ya que a cada planta se le aplicará insumos en función de sus necesidades. Un ejemplo de ello es el trabajo llevado a cabo en 3 parcelas de pistacho situadas en Pozal de Gallinas (Valladolid), Toro (Zamora) y Perales (Palencia), en las que a partir de una clasificación de vigor vegetativo de los árboles, se ha analizado cómo es el comportamiento agronómico, fenológico y la calidad del pistacho.

Los resultados han reflejado que la producción del pistacho está estrechamente relacionada con el vigor de los árboles de pistacho y, por tanto, con su desarrollo vegetativo. Es decir, que a partir de imágenes satélites se puede identificar qué zonas de las parcelas de pistachos son de diferente crecimiento y requieren un manejo diferenciado. De tal forma que, para una misma calidad de fruto, se podrían utilizar índices de vegetación (NDVI) como indicador para zonificar áreas con distinta capacidad productiva en una misma parcela, siendo muy útil para aplicar manejo, riego y fertilización variable en función del vigor. Se trata de trabajos pioneros en Castilla y León, que optimizan el uso de herramientas de teledetección para obtener un manejo adecuado para obtener producciones homogéneas y maximizar la rentabilidad de los cultivos.

Industria quesera

Otra línea innovadora del Itacyl está relacionada con la industria quesera. Durante la elaboración de quesos la etapa de coagulación es una de las más importantes y, sin embargo, es con gran seguridad sobre la que menor control se ejerce. La firmeza del coágulo se ha medido de manera subjetiva por el quesero de forma tradicional, pero puede haber una variabilidad considerable entre fabricantes. Cada queso tiene un momento óptimo de corte relacionado con el momento en el que se inició la coagulación.

Por este motivo, durante las últimas décadas se ha intentado buscar métodos instrumentales que permitan al quesero estandarizar el momento de corte y determinar la firmeza óptima para el corte de la cuajada.

Para abordar este reto, desde la Estación Tecnológica de la Leche perteneciente a Itacyl se está trabajando a través del proyecto Innovaciones en la fabricación de queso a través de tecnologías noveles para la optimización de la coagulación de la leche (denominado Coagusen con financiación Feader), en colaboración con la Asociación de Artesanos Alimentarios de Castilla y León, la Federación Castellano Leonesa de Industrias Lácteas y las empresas Perinox, C-Agua, Quesos Marsán y Chr Hansen, en el desarrollo de un equipo que permita medir y monitorizar la etapa de coagulación de la leche para su aplicación en escala piloto e industrial. El objetivo es desarrollar un equipo fiable, totalmente integrable en el proceso productivo, robusto y de fácil limpieza.

Una de las principales ventajas del equipo es que permite la medida en línea, por lo que puede integrarse en una cuba de cuajar de cualquier industria e incorporarse en su sistema de gestión de la información, con una total integración en el sistema productivo.

El empleo de estas tecnologías presenta un enorme potencial ya que consigue eliminar la subjetividad y los errores cometidos al emplear tiempos constantes de coagulación a la hora de cortar las cuajadas. Esta innovación puede ayudar a mejorar la rentabilidad de la empresa en base al aumento de la calidad del producto gracias a una mayor homogeneidad entre lotes y a un preciso control del rendimiento quesero.

Más información en el número de mayo de la revista Castilla y León Económica

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