La Sección Primera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional ha confirmado la orden del Ministerio de Industria Turismo y Comercio por la que autoriza la explotación de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) hasta el 6 de julio de 2013, fecha de cese definitivo.
En una sentencia notificada este jueves, con una extensión superior a 50 folios, los magistrados analizan los diferentes argumentos de los 11 recurrentes, que se resumen en 2 posturas encontradas: los que pedían la prórroga hasta 2019, entre otros, Nucleonor, como empresa titular de la explotación, y la Junta de Castilla y León; y los que solicitaban el inmediato cese y desmantelamiento de la central, entre los que se encuentran Greenpeace, Ecologistas en Acción y un particular.
Los magistrados no estiman que se haya incumplido el trámite de audiencia a las comunidades autónomas ni que sea necesario un trámite general de información pública, como alegaban algunos de los recurrentes. En este sentido, aseguran que la Sala ha tenido en cuenta que las entidades que pudieran sentirse lesionadas en su derecho de acceso a la información y participación en el procedimiento no reclamaron frente a la pasividad de la Administración, por lo que el Tribunal concluye que éste se respetó.
Por otro lado, el Tribunal también considera que la autorización de la prórroga no significa, como argumentaban la empresa Nuclenor y otros recurrentes, que el titular de la explotación tenga “un derecho indefinido y temporalmente ilimitado, a continuar explotando la misma”. Así, explica que las autorizaciones de explotación y sus prórrogas tienen elementos reglados (la competencia del órgano que ha de concederla y el cumplimiento de los requerimientos de seguridad nuclear) pero son condiciones “de mínimos” ya que se pueden tener en cuenta otros factores o circunstancias, como por ejemplo decisiones de política energética o medioambiental.
Considera lícito que pese una opción política
Por ello, la Sala no aprecia desviación de poder por parte del Ministerio de Industria. “Es lícito -explican los jueces en su sentencia- que para decidir sobre la renovación o no de una explotación de una central nuclear pueda pesar una determinada opción de política energética del Gobierno, basada en el fomento de las energías renovables”.
La sentencia incluye el voto particular de un magistrado de la Sección que discrepa de la resolución en 2 puntos concretos: este magistrado entiende que se debió cumplir debidamente el trámite de audiencia a la comunidad autónoma de Castilla León en relación con el cese definitivo de la explotación y que se incumplió el trámite de información y participación pública en los términos exigidos por la Ley 26/ 2007 y en el Convenio de Aarhus.
Evitar un “capricho político”
José Antonio de Santiago-Juárez, consejero de la Presidencia y portavoz de la Junta de Castilla y León, anunció que el Gobierno regional recurrirá la sentencia de la Audiencia Nacional para evitar el “capricho político” de cerrar la Central Nuclear de Garoña en 2013, y explicó que cuenta con un plazo hasta septiembre para presentar el recurso.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, de Santiago-Juárez recordó que, de seguir adelante, los planes de cierre podrían suponer la pérdida de 1.000 puestos de trabajo.
También Nuclenor, titular de la planta nuclear, indicó que seguirá trabajando por el mantenimiento de la instalación y señaló que espera la valoración por parte de su equipo jurídico para decidir las medidas y acciones legales pertinentes. Además, subrayó que la sentencia no cuestiona la seguridad de la instalación y basa la decisión en cuestiones de orden político.
Europa Press / Castilla y León Económica
Que la seguridad de las centrales nucleares debe ser una prioridad para cualquier Gobierno es incuestionable, que la dependencia energetica de terceros paises es un lastre econoimico brutal en España tambien lo és.
Si nuestros politicos no son capaces de encontrar un equilibrio adecuado y los jueces valoran tan solo a los colectivos ecologistas, vamos a tener que ir pensando en irnos todos al campo, a vivir “del verde”.