La empresa familiar castellana y leonesa Descale Sanidad Ambiental se internacionaliza con el inicio, en noviembre de 2020, de su actividad en Portugal. Como detalla Aurelio Abril, gerente de la firma dedicada al control de plagas y la sanidad ambiental, “no se trata de una delegación ni una filial, sino una empresa lusa con sede en Lisboa que quiere hacerse un hueco en el mercado local, dominado en este sector por multinacionales, si bien está muy atomizado con muchas pequeñas empresas”.
Descale Controlo de Pragas, como así se llama, presta servicios tanto a empresas españolas con instalaciones en el país vecino, como a compañías lusas. El balance de los primeros 6 meses de actividad es positivo, si bien, como detalla Abril, son momentos especialmente complicados también en Portugal.
Tras más de un año de pandemia, Descale mantiene su actividad sin realizar ningún ERTE en su plantilla, ya que, por un lado hubo un período en el que se incrementaron notablemente los trabajos de desinfección, pero por otra parte, la línea de negocio de hostelería se vio muy dañada por el cierre de restaurantes y hoteles.
Abril subraya que el sector de plagas y de sanidad ambiental está en proceso de cambios y no ha quedado al margen de los avances tecnológicos, con la incorporación de herramientas como el monitoreo de plagas en remoto.
Industria agroalimentaria
El empresario apunta que el último año también ha servido para “hacernos más fuertes en los sectores en los que tradicionalmente hemos tenido presencia, sobre todo la industria agroalimentaria”, al hacer valer las que, a su juicio, son sus principales diferencias con sus competidores, como “servicio y trato al cliente, cercanía y profesionalidad aportando soluciones personalizadas a los problemas de nuestros clientes; en eso se basa nuestra misión, en facilitar bienestar a la sociedad mejorando la sanidad ambiental de nuestros clientes”.
Sobre las perspectivas para 2021, Abril se muestra cauto y a la expectativa: “al ser una empresa de servicios, dependemos del tejido industrial. Hay sectores, como la restauración, que están muy dañados, por lo que preveo un año más complicado que al anterior”.
Más información en el número de abril de la revista Castilla y León Económica