Ana Carlota Amigo, consejera de Empleo e Industria, anunció este martes en Burgos que la Junta de Castilla y León reforzará las políticas activas de empleo dirigidas a los jóvenes a lo largo de este año con el doble objetivo de favorecer su empleabilidad y mejorar sus condiciones laborales. Amigo, que inauguró la Semana sobre Empleabilidad de Estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad de Burgos, defendió la necesidad de que los jóvenes sean un objetivo prioritario en los programas y medidas que se pongan en marcha para favorecer el empleo tras la crisis del Covid-19.
La Junta negocia en el seno Diálogo Social la III Estrategia Integrada de Empleo, Formación Profesional, Prevención de Riesgos Laborales e Igualdad de Género y Corresponsabilidad y Juventud 2021-2024, así como un Plan de Empleo para el mismo período. En ambas estrategias el empleo juvenil jugará un papel fundamental incorporando los cambios necesarios para incrementar la efectividad de las políticas de empleo juvenil y acomodar los programas a las nuevas circunstancias y necesidades del tejido productivo.
Garantía de progreso
La consejera defendió que garantizar el acceso de los jóvenes al mercado laboral es una cuestión de justicia social y una garantía de progreso porque, además de contribuir a la lucha contra la despoblación, la participación plena de los jóvenes en mundo laboral fomenta la innovación y el desarrollo al ser este un colectivo especialmente capacitado para tomar las riendas de las decisiones que impliquen un cambio en el modelo productivo y para conseguir mejoras en la capacidad y competitividad de nuestras empresas.
En este contexto, la Consejería de Empleo e Industria apuesta por desarrollar políticas que contribuyan a recuperar el pacto intergeneracional favoreciendo la integración socio-económica de los jóvenes y desarrollando medidas que permitan paliar la precariedad que genera la dualidad del mercado laboral. Las nuevas estrategias de empleo juvenil tendrán también en cuenta tanto los nuevos entornos colaborativos y digitales como la necesidad de orientar el tejido productivo hacia una economía verde, sostenible y de alto contenido tecnológico.
El apoyo a la contratación y al emprendimiento a través de ayudas económicas y otros incentivos, la mejora de la cualificación y la formación con una oferta dinámica y adaptada las necesidades del tejido productivo, y una labor de intermediación más efectiva serán los tres ejes sobre los que se asienten los nuevos programas.
Paro juvenil
Durante su intervención, Ana Carlota Amigo invitó a los jóvenes universitarios a no caer en el desánimo y a apostar por Castilla y León, una tierra llena de oportunidades y fortalezas, para superar la situación de crisis provocada por la pandemia y que ha supuesto un duro golpe para el empleo, especialmente para el empleo juvenil. A pesar de ello, según los datos de la última EPA, la tasa de paro juvenil en Castilla y León es 8 puntos inferior a la media de España.
Entre las fortalezas de Castilla y León para revertir la situación, Amigo subrayó el nivel de formación, el teletrabajo y la creciente demanda de nuevos perfiles profesionales. Castilla y León es la segunda comunidad autónoma con la tasa más alta de escolarización en educación universitaria en el tramo de edad comprendido entre los 18 y los 24 años (39,6%).
Por otro lado, el teletrabajo, que es ya una realidad al alcance de muchas profesiones, constituye una oportunidad para ampliar el horizonte laboral hacia cualquier parte del mundo, sin necesidad de abandonar Castilla y León. Además, existen nuevas necesidades y perfiles profesionales a las que sólo los más jóvenes pueden dar respuesta tanto por su formación y por su capacidad de adaptarse a un mundo dinámico, digitalizado y en constante innovación.
Servicios
Amigo apostó por aprovechar estas fortalezas así como los servicios que la Consejería de Empleo e Industria pone a disposición de los jóvenes en su tránsito hacia el mercado laboral. Estos servicios y prestaciones canalizados a través del Servicio Público de Empleo de Castilla y León (Ecyl) fueron utilizados durante el pasado año por más de 72.300 jóvenes castellanos y leoneses menores de 35 años. Se trata de servicios que incluyen programas de fomento del empleo, inserción, formación, orientación o intermediación.
Dentro de estas iniciativas, la Consejería de Empleo e Industria desarrolló a lo largo del pasado año distintas iniciativas destinadas a fomentar la contratación de jóvenes en Castilla y León tales como incentivos para la contratación de trabajadores desempleados, financiación de costes laborales para contratación de jóvenes a través de la corporaciones locales y entidades sin ánimo de lucro o programas mixtos de formación y empleo destinados específicamente a jóvenes. Estas ayudas al empleo han impulsado la creación de 2.640 puestos de trabajo para menores de 35 años.
Por último, los incentivos al autoempleo, que contemplan ayudas económicas para iniciar una actividad por cuenta propia, han permitido que más de 350 jóvenes hayan puesto en marcha su propio negocio a lo largo del pasado año en Castilla y León.
Diputación y Ayuntamiento
Durante su visita a Burgos, la consejera de Empleo e Industria, acompañada por Roberto Saiz, delegado territorial de la Junta, se reunió con Daniel de la Rosa, alcalde de la ciudad, y otros miembros del Equipo de gobierno; así como con César Rico, presidente de la Diputación, con quienes analizó las actuaciones que la Consejería está realizando en la provincia y en la ciudad.
Entre las actuaciones llevadas a cabo cabe destacar los programas que se están desarrollando desde el Servicio Público de Empleo, que el pasado año movilizaron en la provincia más de 16 millones de euros prestando servicios a más de 26.500 burgaleses. Una parte importante de estos programas se desarrollan precisamente en colaboración con las entidades locales a través de los planes locales de empleo que el pasado año contaron en la provincia con casi 7 millones de euros promoviendo la contratación de más de 700 desempleados.
Igualmente, la consejera apostó por la colaboración entre la Consejería de Empleo e Industria y las entidades locales en otras materias como el comercio o el desarrollo industrial. Esta cooperación, según señaló Amigo, es clave para impulsar la recuperación económica de sectores estratégicos como el comercio.
Amigo recordó el compromiso de la Junta de Castilla y León con el desarrollo empresarial de la provincia, que tiene su reflejo en iniciativas como el Plan Industrial Prioritario de Kronospan o el Plan Territorial de Fomento de Miranda de Ebro, donde se han movilizado más de 56 millones de euros, impulsando una inversión empresarial que ha permitido crear al menos 1.400 empleos.
Por último, la consejera subrayó el dinamismo empresarial de la provincia burgalesa con un tejido industrial fuerte que ha permitido que haya resistido mejor el impacto de la pandemia, una situación que debe servir de tracción en la recuperación económica de toda la comunidad autónoma.
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