Pandemia, confinamiento, paralización de la actividad económica y cierre de fronteras. Estos términos definen una situación que parecía imposible hace algunos meses y que a partir de mediados del pasado mes de marzo, con la aparición del Covid-19 en nuestras vidas, derivaron en una tormenta perfecta para algunos sectores de la economía regional, como es el caso del turismo. La importancia de estas empresas en la economía de Castilla y León queda patente si se tiene en cuenta que el pasado ejercicio visitaron la región casi 9 millones de turistas, que generaron 15,5 millones de pernoctaciones y gastaron más de 2.000 millones de euros, un 7,6% más que en 2018.
Como contrapunto a estos datos, el impacto del coronavirus ha provocado que las pernoctaciones en establecimientos hoteleros se desplomaran un 98% en mayo respecto al mismo mes del año anterior, con tan sólo 12.568 frente a 750.992, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Este descenso es ligeramente inferior a la caída nacional, que registró una bajada del 99%. Por su parte, el número de viajeros cayó un 99,31% en mayo en Castilla y León hasta los 3.017 (2.691 procedentes de España y 325 extranjeros), frente a los 437.724 en este caso del mismo mes del año anterior.
Medidas de la Junta
Datos similares refleja el turismo rural, en el que nuestra comunidad autónoma es líder y que en el mes de mayo se vio relegada al tercer puesto por detrás de Aragón y Castilla-La Mancha. Así, las pernoctaciones en los establecimientos de los pueblos castellanos y leoneses descendieron un 97% el pasado mes de mayo, cuando sólo 450 viajeros pasaron por estos alojamientos, un 99% menos.
Para contribuir a minimizar los efectos del impacto económico producido por la crisis sanitaria del coronavirus en el sector, la Junta convocó el pasado mes de junio ayudas por una cuantía de 2,2 millones de euros que pretenden dotar de liquidez a las empresas turísticas de la comunidad autónoma. El importe de la subvención tendrá un tope máximo de 2.000 euros y mínimo de 500 euros y el montante total podrá ampliarse en un millón de euros más.
Algunos de los conceptos subvencionables serán los gastos derivados de los suministros de electricidad, agua, gas, combustible para calefacción y telecomunicaciones; los de mantenimiento de instalaciones y maquinaria, el alquiler de locales de los establecimientos donde se desarrolle la actividad turística o los de seguro; cuotas por pertenencia a alguna asociación del sector; gastos de asesoría fiscal, contable o legal relacionados con el Covid-19; así como los correspondientes a publicidad online, a posicionamiento o incremento de presencia en Internet.
Los destinatarios de estas ayudas son empresas turísticas con cinco o menos trabajadores ubicadas en la comunidad autónoma, que sean titulares de establecimientos de alojamiento hotelero, turismo rural, camping, albergue en régimen turístico, restaurante, salón de banquetes, titulares de actividades de turismo activo, agencias de viajes y guías.
Campaña de promoción
Además, la Consejería de Cultura y Turismo puso en marcha el pasado mes de junio la campaña de promoción de ámbito nacional Castilla y León. Inspira, que cuenta con una partida de 1,2 millones de euros y tiene como objetivo posicionar a la región como el destino más seguro y la mejor opción vacacional ante la nueva situación. Tras esta primera fase, que finaliza el 31 de agosto, está prevista una segunda tras el verano.
“El turismo de sol y playa, tan importante históricamente en el conjunto del país, se verá este año completado por una gran oferta de turismo de interior. Es el año de las otras comunidades autónomas, es el año de las vacaciones diferentes, de la tranquilidad, de la huida de lo masificado”, apuntó Javier Ortega Álvarez, consejero de Cultura y Turismo de la Junta, durante la presentación de esta iniciativa, que incluye la instalación de una gran lona en la Puerta del Sol de Madrid con la imagen de la campaña. “Hay que aprovechar la oportunidad para que la región salga reforzada”, señaló Ortega Álvarez, quien aseguró que el trabajo ha sido “intenso para ser rápidos y flexibles” en la adaptación a la nueva realidad y en la promoción de Castilla y León al mercado turístico nacional.
En paralelo a estas medidas, el Gobierno regional promueve el sello Turismo de Confianza entre el sector para reforzar el destino de Castilla y León como referente turístico de calidad, saludable y sostenible. Este marchamo, al que podrán adherirse de forma voluntaria y gratuita las empresas, certificará que el establecimiento o actividad turística cumple con las recomendaciones establecidas por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo para minimizar el riesgo de contagio de la enfermedad. La finalidad de este distintivo es reconocer públicamente a aquellos agentes turísticos que, además de cumplir las obligaciones legales vigentes, adoptan voluntariamente políticas destinadas a desarrollar procesos de mejora y buenas prácticas en su modelo de gestión y organización, que contemplen tanto a sus clientes como a sus recursos humanos en materia de protección contra el Covid-19.
Empresas familiares
Por su parte, Empresa Familiar de Castilla y León (EFCL) presentó el pasado mes de julio a Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta, sus propuestas para la recuperación y fortalecimiento de la economía de la región y para retornar a la situación previa a la pandemia del Covid-19 cuanto antes (más información en las páginas 42-45). Respecto al sector turístico, la agrupación reclama un centro de formación de referencia en Castilla y León, que parta de un pacto en el que participen las fuerzas políticas, universidades y empresas. El objetivo de este centro es ayudar a dignificar la profesión, al tiempo que atraiga y retenga talento y jóvenes. A su juicio, debe contar con representantes de los establecimientos más representativos y propone que los propios empresarios impartan formación para lograr una titulación de prestigio.
El documento también hace hincapié en la puesta en marcha de líneas de subvenciones del 50% a la inversión y cobros rápidos que permitan una verdadera transformación digital de las empresas de sector; e insiste en la colaboración público-privada para el desarrollo turístico y el emprendimiento.
Los empresarios familiares de Castilla y León apuestan por implantar medidas que han tenido éxito en otros países, como es el bono turístico para familias; y realizar un test turístico a los trabajadores del sector para transmitir tranquilidad, una actuación ya promovida en Austria. Por último, reclaman que los pliegos de contratación de la Junta primen a las empresas que trabajan y colaboran con negocios de la región.
Bajar el IVA
La hostelería cerró sus puertas el 14 de marzo, salvo algunos establecimientos que activaron sus hoteles para atender a los sanitarios y personal de emergencias y los pocos restaurantes que pudieron trabajar con los pedidos a domicilio. Para paliar la crisis en la que se encuentra este sector, Óscar Somoza Rodríguez, presidente de la Asociación Zamorana de Empresarios de Hostelería (Azehos), reclama a las administraciones actividades de promoción y comercialización en España y los mercados europeos y un IVA del 5% durante 18 meses, así como “medidas especiales de discriminación positiva para el turismo de interior y potenciación de la digitalización para captar el desplazamiento a nuestra provincia de teletrabajadores del resto de España” y prorrogar los ERTE por fuerza mayor hasta el próximo mes de diciembre.
Somoza Rodríguez, que lanza un mensaje de “ilusión y calidad” a sus asociados, apunta: “de ésta tenemos que salir a pesar de las administraciones públicas”. A su juicio, las ayudas estatales y regionales “no han sido suficientes, ya que se han limitado a parchear. El Gobierno, por una emergencia sanitaria absolutamente justificada, expropió (por decirlo en tono coloquial) la actividad a nuestro sector y esa expropiación debería tener como consecuencia la asunción de todos los costes de la actividad, como personal, alquileres, suministros de consumo e hipotecas, entre otros. Por su parte, la Junta, con presupuestos en turismo un 50% inferiores a los que había en 2008, poco o nada puede hacer, aunque lo intente”.
Prorrogar los ERTE
De forma similar se posiciona Martín Méndez, presidente de Hostelería de León, que señala que tras cerrar casi tres meses, los establecimientos están abriendo progresivamente y, tras la gran demanda de las primeras semanas, “se ha diluido este boom”. Según su experiencia, el turismo de fuera de la provincia llega “a cuentagotas” y si esta situación se mantiene la ocupación hotelera será la mitad que el año anterior.
Méndez incide también en la necesidad de prorrogar la vigencia de los ERTE hasta fin de año y pide ayudas a la Administración para gastos de promoción: “somos un destino barato, seguro, cómodo, gastronómico y de patrimonio”. Asimismo, considera insuficientes las medidas tomadas hasta ahora y explica que el Gobierno regional planteó un cheque turístico que llega a muy pocas empresas del sector por las condiciones que establece el programa. A su juicio, la promoción turística que realiza la Junta es muy generalista, por lo que reclama una campaña “más potente y que tenga en cuenta a los operadores nacionales e internacionales”.
Por último, el presidente de Hostelería de León propone que se pueda desgravar los gastos turísticos realizados este año en la declaración de la Renta. “Son tiempos de adaptación y los empresarios del sector siempre nos hemos amoldado al medio”, señala Méndez, que recomienda al sector “profesionalidad, ilusión y sacrificio”.
Agencias de viaje
Una problemática diferente es la de las agencias de viaje, un sector que agrupa en Castilla y León a cerca de 600 empresas, en su mayoría pymes, micropymes y autónomos que emplean a unas 1.500 personas con una una facturación de más de 800 millones de euros, según detalla Pablo Parrilla Sánchez, presidente de la Federación Castellano Leonesa de Agencias de Viaje (Feclav), integrada en Cecale, quien señala que el impacto de los ERTE en este ámbito ha sido de prácticamente la totalidad de las plantillas.
“Ha comenzado el cierre de negocios y si no se toman medidas excepcionales, estimamos que podría alcanzar el 60% del total”, avanza Parrilla Sánchez, que explica que la pandemia ha dejado al descubierto “algunas vergüenzas que desde las asociaciones habíamos reclamado previamente”. El presidente de Feclav se refiere a la reglamentación de viajes combinados, que pone toda la responsabilidad en la parte más débil de la cadena de valor: “el no reembolso por parte de los proveedores y la obligación de las agencias de reembolsar ha descapitalizado a las empresas, y la ley obliga a ambos, pero parece que el único responsable es la agencia. Sobre todo, compañías aéreas, además de otros proveedores, nos han dejado en una situación insostenible. Pedimos a las administraciones soluciones, ya que si se inyecta dinero a estas compañías o se les da acceso a la financiación, que el primer uso sea en el pago a acreedores, para que el dinero fluya y podamos reembolsar”.
Por otra parte, menciona el problema laboral que se ha generado con la pandemia, por lo que reclama ampliar al menos hasta diciembre, “sino hasta marzo de 2021”, los ERTE para empleados y el cese de actividad para los autónomos.
‘Club de los 60’
Parrilla Sánchez puntualiza que el sector de las agencias de viaje en Castilla y León no tiene el peso que debería, ya que, a su juicio, las instituciones sólo lo valoran por el receptor y no por el emisor y considera que es preciso incentivar su participación en la comercialización de los productos regionales y locales. “Cada vez en más ocasiones nos encontramos a la Administración como competidor de un sector de casi 600 empresas que viven de esto”, apunta, al tiempo que solicita cambios en la comercialización del Club de los 60, “de manera que ponga este programa al servicio del apoyo al turismo de Castilla y León como destino de sus viajes y que todo el sector de las agencias pueda comercializarlo, no apenas un 3%. Esto ayudaría al sector en general, y a las agencias en particular, a ser viables”. En cuanto a las actuaciones públicas, el presidente de Feclav considera correcto el plan de impulso del Gobierno central, aunque insuficiente para su sector.
De cara al futuro, Parrilla Sánchez señala que será complicado, pero “confío en un sector que muchas veces ha sufrido envites de crisis, cambios y quiebras, pero que ha resurgido y aguantado. Y seguro que ésta también la superaremos”. Al respecto, comenta que es preciso el apoyo de todas las agencias “grandes y pequeñas, que somos complementarios los unos de los otros en estos momentos de dificultad. Más allá de nuestras diferencias comerciales, nos une un espíritu de resistencia, adaptabilidad y fidelidad a nuestros clientes. Por ello, lanzo un mensaje de unidad, de llamada al asociacionismo, lejos de un interés personal y poniendo a disposición de todos nuestro trabajo altruista”, concluye Parrilla Sánchez.
Turismo activo
El impacto del coronavirus en las empresas de turismo activo de la comunidad autónoma ha sido también muy importante. Más del 70% de su negocio está vinculado a grupos y tiene lugar entre Semana Santa y verano y la pandemia ha provocado que se anule la casi totalidad de las reservas. Así lo explica Raúl Temprano Alonso, vicepresidente de la Asociación de Empresarios de Turismo Activo de Castilla y León (Atacyl), que detalla que el mes de julio comenzó con poca actividad y grupos muy reducidos. “La mayoría de las empresas se han visto obligadas a acogerse a ERTE por fuerza mayor y muchas aún no han podido reincorporarse a la actividad, es aún pronto para saber el número de negocios que cerrarán definitivamente, pero se espera un gran impacto en el sector”, añade.
Temprano Alonso subraya que no ha afectado únicamente a “los dos o tres meses del estado de alarma, el impacto de las anulaciones ha hecho que se pierda una temporada completa”. Las empresas de Atacyl reclaman que se posibilite entrar y salir de los ERTE, se flexibilice el mantenimiento del empleo con medidas adaptadas al turismo y se reduzcan las tributaciones. “El poco trabajo que se pueda realizar en los meses de julio, agosto y septiembre no será suficiente para paliar las consecuencias”, puntualiza el vicepresidente de esta asociación, que demanda también liquidez para las pequeñas empresas, ya que “los créditos ICO no han llegado a estos negocios en unas condiciones adecuadas y, en muchos casos, han sido una herramienta para que las entidades bancarias se protejan refinanciado sus créditos con las garantías del Estado, mientras las pymes aumentan su endeudamiento”.
El vicepresidente de Atacyl muestra su agradecimiento a la Dirección General de Turismo de la Junta por su trabajo y detalla la “intensa comunicación y estrecha colaboración con ellos, manteniendo reuniones y gestionando propuestas para buscar soluciones a nuestro sector”, al tiempo que pide que esta actitud sea ejemplo para otras administraciones. “Sabemos que es muy difícil criticar las actuaciones de nuestros gobernantes en un episodio tan inesperado y grave como éste, pero hemos vivido muchas situaciones de falta de respuesta, improvisación y de descoordinación entre las administraciones públicas y los responsables políticos”, destaca.
Por último, Temprano Alonso lanza un mensaje de ánimo y de apoyo a todos los negocios del sector y recuerda la labor de la agrupación para ayudar “a cada empresa asociada y a generar visibilidad gracias a nuestra colaboración con la Asociación Nacional de Empresas de Turismo Activo (Aneta)”.
Más información en el número de agosto de Castilla y León Económica