La Comisión Europea propuso este jueves que las arcas comunitarias dediquen a la agricultura 386.900 millones de euros durante el período 2014-2020, lo que supone una reducción del 7,4% respecto a los recursos que la UE concedió a la Política Agraria Común (PAC) en el período anterior (2007-2013), cuando le fueron asignados 417.000 millones. La propuesta supone destinar a este área el 36,2% del presupuesto de la UE para 2014-2020, 3 puntos menos que en la actualidad.
En concreto, Bruselas apuesta por destinar 281.800 millones de euros para las ayudas agrícolas, sobre todo el pago único, y financiar con otros 89.900 millones las políticas de desarrollo rural, con lo que las arcas comunitarias reservarán 371.700 millones de euros para la agricultura. Habrá además una financiación adicional de 15.200 millones de euros a través de programas que han sido reubicados en otras políticas comunitarias como el Fondo Social o mecanismos de respuesta urgente a crisis, y con ello el Ejecutivo comunitario logra aumentar el gasto agrícola hasta los 386.900 millones.
Críticas de las cooperativas agrarias
Por su parte, Cooperativas Agroalimentarias lamenta que la PAC pague “casi en exclusiva los recortes” en los presupuestos de la UE. “La PAC, la única política que merece el calificativo de comunitaria, mantiene el mismo presupuesto para la UE-15 que para los 27 Estados miembros actuales, en muchos de los cuales la agricultura representa un papel fundamental en términos de PIB y de empleo”, señala la organización en un comunicado.
En su opinión, la UE necesita “más que nunca una PAC fuerte”, que permita atender el crecimiento de la demanda mundial de alimentos, “dinamizando la actividad productiva europea y evitando la vulnerabilidad que conllevaría una excesiva dependencia de los mercados internacionales de materias primas agrarias”.
Por ello, la organización hace un llamamiento al Consejo y al Parlamento Europeo para que inicien una “discusión objetiva y seria sobre los retos de la UE, y el papel que debe jugar la PAC en los próximos años”. “La UE será menos Europa si el debate sobre las próximas perspectivas financieras se convierte en una guerra fratricida entre Estados miembros que impidan afrontar con realismo y responsabilidad los duros retos a los que se enfrenta la sociedad”, advierte.
La UE se ajusta el cinturón
En paralelo, la Comisión Europea propuso reducir un 5% la plantilla de 55.000 personas de todas las categorías que trabajan en la actualidad en las diferentes instituciones europeas, es decir, unos 2.750 puestos menos; aumentar su jornada laboral de las actuales 37,5 horas semanales de media hasta las 40 horas; y retrasar la edad de jubilación de su personal de los actuales 63 a 65 años de aquí a 2020, con el objetivo de lograr 1.000 millones de euros en ahorro de personal.
Con el objetivo de ahorrar costes a largo plazo, la Comisión también plantea un cambio en el método de cálculo para ajustar salarios y pensiones. Bruselas propone en este sentido que el poder adquisitivo del personal comunitario se calcule a partir de la cesta de la compra nacional media de diez países en lugar de los ocho actuales y ajustar el coste de vivir en Bruselas a partir del índice de inflación nacional de Bélgica y Luxemburgo y no como hasta ahora con el índice internacional de Bruselas.
Otra propuesta para por aumentar la edad mínima para la jubilación anticipada con reducción prevista de su pensión de los actuales 55 a 58 años, el mismo aumento para el personal que mantiene su pensión completa aunque se limitará a la mitad de las personas que ahora se benefician de este segundo régimen, cerca de 80 personas en la actualidad. También se quiere aumentar la edad de jubilación de los actuales 63 a 65 años y proponer incentivos para que el personal encuentre atractivo prolongar su periído activo hasta los 67 años.
Europa Press / Castilla y León Económica