Banco Popular avanzó este miércoles que retomará el pago del dividendo en efectivo en 2017 y que alcanzará un pay out del 40% en 2018, después de anunciar en mayo su suspensión para este año a la espera de recuperar la normalidad en sus beneficios.
Pedro Larena, consejero delegado de la entidad, participó en una reunión con analistas en Londres en la que explicó los objetivos del Plan Estratégico de la entidad para el periodo 2016-18, así como las prioridades en la gestión para alcanzarlos.
Dentro del marco del proceso de reordenación que se está acometiendo en estos momentos, Popular ha decidido remodelar la estructura de su red comercial con el objetivo de mejorar la rentabilidad y eficiencia de la misma, lo que supondrá mejorar en agilidad y simplificar los procesos administrativos que actualmente se producen en las sucursales, permitiendo adicionalmente mejorar el tiempo de atención comercial.
Las Direcciones Territoriales se reducen a Andalucía, Cataluña y Baleares, Centro, Levante, Norte y Pastor (además de Portugal). Asimismo, se fusionarán 14 direcciones regionales, dejando la cifra total en 25. Estos cambios se completarán con la reducción de 302 sucursales, que por motivos de proximidad o por rentabilidad, se integrarán en otras ya existentes.
El banco que preside Ángel Ron tiene la intención de reducir el volumen de activos no productivos, aumentando el nivel de provisiones, recurriendo para ello a los 2.500 millones de euros obtenidos en la ampliación de capital.
‘Spin-off’
Una de las opciones que plantea el banco para alcanzar esta meta es llevar a cabo un spin-off de hasta 6.000 millones de euros de activos brutos a un vehículo totalmente independiente de la entidad.
También pretende normalizar los niveles de rentabilidad, mantener los niveles “confortables” de solvencia y reforzar el rendimiento y rentabilidad de los negocios especializados, al mismo tiempo que fortalece el negocio principal.
Junto con la ampliación de capital anunciada el pasado 26 de mayo, el banco comunicó al mercado que suspendía el pago del dividendo para 2016 y lo retrasaba, en principio, hasta el próximo ejercicio a la espera de reanudarlo “tan pronto” como el grupo informe de resultados consolidados trimestrales positivos en 2017.
Popular ya suspendió el dividendo en 2012 como consecuencia de las exigencias regulatorias sobre capital y el deterioro de la economía. El diciembre de 2013, anunció que reanudaba la remuneración al accionista con un reparto de 0,04 euros brutos por acción en febrero de 2014 con cargo al ejercicio 2013. La fórmula fue mediante scrip dividend, dando la opción al accionista a elegir entre efectivo o dividendo en efectivo -en esa ocasión de 2 céntimos de euro-, de modo que el primer abono de 2015 se haría en metálico y a lo largo del ejercicio se combinaría con el scrip.
Activos improductivos
Durante su comparecencia ante los analistas británicos, Larena explicó los métodos con los que Popular pretende reducir su volumen de activos improductivos, que van desde las ventas al por menor a la creación de un vehículo que englobe un conjunto de activos, principalmente adjudicados, por importe bruto total de 6.000 millones de euros en una entidad independiente del banco.
Otras formas de deshacerse de estos activos serían las ventas a través de canales alternativos como Internet, las ventas de carteras al segmento medio del mercado y las ventas al por mayor, una vía que suele ser más costosa que las anteriores y que actualmente no recibe excesiva demanda. “No obstante, no se descarta, ya que se espera que aumente la actividad en este ámbito en los próximos trimestres”, explica la entidad.
Modelos de negocio
Larena también hizo una presentación de los 2 modelos de negocios de negocios de Popular: el principal, compuesto por la cartera de préstamos a pymes, empresas, hogares, negocios de consumo, banca privada y similares -lo que representa el 83% del total de los activos-, y el inmobiliario, que representa el 17% de los activos.
El directivo destacó la capacidad de Popular de generar una rentabilidad superior a la de las entidades comparables, con un retorno sobre el capital tangible (RoTE) a junio de 2016 del 16,2% en su negocio principal.
“Esta rentabilidad en el negocio principal de Popular se fundamenta en la actividad en el segmento de pymes, en el que el banco cuenta con una cuota de mercado del 17%, una posición que, incluso en un entorno tan complejo y competitivo como el actual ha sido creciente”, apunta Popular.
Larena también mencionó el 30% de cuota de mercado pro-forma que la entidad ha alcanzado tras adquirir el negocio de tarjetas de Barclays en España y Portugal. Por último, el número 2 de Popular ha mencionado la oportunidad que supone la digitalización para el sector, algo de lo que la entidad pretende beneficiarse con la mejora de la eficiencia, la maximización de la rentabilidad del cliente y la optimización de los recursos.
Castilla y León Económica/ Europa Press