Popular ha impulsado un Fondo Social de Viviendas y un Código de Buenas Prácticas para la reestructuración hipotecaria con el objetivo de que sus clientes dispongan de una vivienda digna. En el marco de ambas iniciativas, el banco había formalizado 1.012 contratos de alquiler social a diciembre de 2015.
Las viviendas que Popular incluyó en el marco de este convenio se han destinado, en régimen de alquiler, a personas que hubieran sido desalojadas por impago de la hipoteca y que se encontraban en circunstancias de especial vulnerabilidad. Los interesados han solicitado el acceso a ellas a través de diferentes cauces, como la web de la entidad la red de sucursales.
Soluciones alternativas
Asimismo, el banco ha ofrecido, especialmente a sus clientes con primeras viviendas hipotecadas, diferentes soluciones alternativas para que les ayudasen a paliar la situación derivada de la incapacidad transitoria del pago de sus obligaciones.
En este sentido, no ha procedido al desalojo forzoso de ninguna familia cuya vivienda habitual se hubiera adjudicado en un procedimiento de ejecución hipotecaria, alcanzando siempre acuerdos puntuales con sus ocupantes.
Popular está adherido al Código de Buenas Prácticas para la reestructuración viable de las deudas con garantía hipotecaria sobre la vivienda habitual, que permite tanto la reestructuración de la deuda hipotecaria a quienes padecen dificultades extraordinarias para atender su pago, como la flexibilización de la ejecución de la garantía real.
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