Las 3.939 cooperativas agroalimentarias españolas cerraron el ejercicio 2009-2010 con una facturación de 18.322 millones de euros, lo que representa un descenso del 3%, en línea con el conjunto de la industria alimentaria, debido a la reducción de precios y de consumo. En un contexto económico “difícil” y con un incremento considerable del desempleo en España, estas compañías registraron un aumento del 5,2% en el número de trabajadores, al pasar de 94.156 a 99.079 empleados.
Fernando Marcén, presidente de Cooperativas Agroalimentarias de España, explicó que 2010 fue “un año difícil”, caracterizado por la continuidad de la crisis financiera y económica, lo que provocó “dificultades de financiación, contracciones en los mercados nacionales y excedentes puntuales”. “Además, se agudizó la guerra de precios al consumidor en el segmento de la distribución comercial, trasladándose a lo largo de la cadena alimentaria y provocando el hundimiento de los precios en origen”, advirtió.
A su juicio, las “únicas notas positivas” procedieron de los mercados exteriores, en los que se recuperaron las ventas, aunque a precios bajos. “En estas condiciones, 2010 no resultó un ejercicio bueno para el sector productor y para las cooperativas, aunque es cierto que, a pesar de las dificultades, se trata de empresas que han sabido mantenerse en mejores condiciones que otro tipo de modelos e, incluso, creando empleo”, destacó Marcén.
Europa Press / Castilla y León Económica