Los centros tecnológicos Cidaut (Valladolid) y Ainia (Valencia) y las empresas asturianas Bionorte y Biogas Fuel han puesto en funcionamiento una planta piloto para el tratamiento de los residuos orgánicos procedentes del canal Horeca (hostelería, restauración y catering) y de la industria agroalimentaria, cuyo propósito pasa por reducir la contaminación y generar un mayor aprovechamiento energético de los desechos.
El proyecto, denominado Integral B, proporciona ventajas como un mejor balance energético del proceso de producción de biodiesel; la reutilización de los subproductos, lo que mitiga el impacto ambiental que éstos producen; o la mejora sustancial de la rentabilidad económica por el aprovechamiento de elementos como la glicerina.
En esta iniciativa, la Fundación Cidaut se encarga de proyectar y construir el sistema de tratamiento de glicerina, el módulo motor de combustión interna adaptado a policombustibles, así como el sistema de cogeneración. El centro tecnológico aporta “su capacidad y conocimiento en las más modernas tecnologías de producción energética a partir del biogas que se genera con residuos orgánicos”, precisa la institución.
1,4 millones
El proyecto Integral B , que fue aprobado en enero del año 2009 y concluirá en diciembre de 2011, cuenta con un presupuesto de 1,4 millones de euros y actualmente se encuentra en fase de demostración, que incluye la realización de pruebas para optimizar el proceso.
Esta iniciativa ha sido seleccionada para estar presente en la Galería de Innovación de Genera 2011, Feria Internacional de Energía y Medio Ambiente -principal punto de encuentro y negocio de energías renovables y eficiencia energética que se celebra en España- que tendrá lugar entre el 11 y 13 de mayo en Madrid.
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