El Gobierno convertirá al Instituto Español de Comercio Exterior (Icex) en una entidad pública empresarial con el objetivo de reforzar su capacidad financiera y de gestión en apoyo de las empresas que se internacionalizan. “En las más de 500 ferias y actividades que organiza cada año en todos los mercados del mundo participan cerca de 10.000 compañías con vocación exportadora, a las que hay que formar, informar y financiar para que puedan cerrar sus procesos de venta o culminar sus implantaciones productivas en el exterior”, explicaron fuentes gubernamentales.
Por ello, la idea es dotar al Icex de una mayor capacidad de gestión de los fondos que recibe del Estado, de forma que pueda aprovechar al máximo su operatividad y servicio a las firmas. “Este ambicioso proceso necesita que el Instituto pase de ser un mero agente cofinanciador de empresas en el exterior a fondo perdido a un prestador de servicios de alto valor añadido y ente financiador de los proyectos viables que se presenten”. La reforma se debe concretar en modificaciones de la normativa reguladora del Instituto, que se aprobarán próximamente.
Más empresas, nuevos mercados
El aumento de la base exportadora española es uno de los objetivos prioritarios del Icex. En España había a finales del año pasado más de 109.600 empresas exportadoras, un 2% más que el año anterior. Esa cantidad no ha dejado de crecer en los últimos 3 años, de forma que en España hay ahora 12.000 compañías más que exportan que a finales de 2007. El objetivo que se persigue con esta reforma es mantener un “incremento anual de 3.000 nuevos negocios exportadores”, de forma que esta práctica se consolide como un de los pilares estructurales del crecimiento económico futuro del país. “No en vano, el sector exterior aportó 1,1 puntos al PIB el año pasado, compensando la caída de la demanda interna, y se estima que cada 10% de aumento de la exportación equivale a la creación de 270.000 empleos”.
La reforma que ahora se plantea y que ha sido elaborada en el seno del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, pretende dar al ICEX la flexibilidad necesaria para tener instrumentos que den apoyo al mayor número de empresas posibles para salir al exterior. “Desde la institución se va a incentivar y a potenciar la proactividad de todas sus unidades al servicio de las compañías, que deben ser tratadas más como clientes cuyas demandas se deben satisfacer”, concluyeron las mismas fuentes.
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