Parafraseando la campaña de una entidad bancaria, vamos a desgranar un par de cuestiones que la mayoría de empresas se han de plantear sobre sus inicios (serios) en Internet. Porque hay muchas empresas que están mal o que no están y no quieren estar por… por… ¿por qué? ¿Para que ganen clientes otras empresas que sí están? Luego las cuentas de resultados se resienten y las culpas se las echamos al maestro armero, claro.
Estar por estar no. Estar bien, sí.
Uno de los mayores errores es estar por estar. Oye, que me ha dicho mi sobrino que… El famoso sobrino. Todos tenemos uno que sabe de derecho, de marketing, de contabilidad. El sobrino es en la empresa el cuñado de la vida real.
No, no te fíes. Igual que el marketing o la comunicación de tu empresa no la dejas en manos de amateurs, pues este apartado tampoco has de hacerlo. Y, de hecho, es un mundo en el que el amateurismo puede costarle muy caro a tu empresa y a los profesionales que deberán arreglar ese desaguisado posterior. Por eso, no debes plantearte estar en Internet (que incluye también las redes sociales) con una web que hace 10 años ya estaba desfasada y que te ha costado 100 euros o menos porque hubo un programa de no sé qué entidad pública o asimilada a pública que… No.
Web
Hoy día, si no tienes una web decente (entendida como tal una bien diseñada a la vista que no haga sangrar los ojos, con textos adecuados a tu actividad y un apartado de contacto), y además no controlas tu presencia en ciertos sitios que situarán tu negocio en un mapa, no estás en Internet. Estás por estar.
Si a esto sumamos que tu presencia en redes sociales es errática o no tiene un sentido (lograr una comunidad, conseguir que se hable de tu producto, localizar potenciales clientes y convertirlos), estarás tirando unos recursos preciosos que puedes usar para otras cuestiones.
No todo es social
Siempre digo esto. No todas las empresas son sociales. No porque no tengan un hueco en medios sociales (una página en Linkedin de tu empresa se crea en 5 minutos y da muy buenos resultados en el B2B), sino porque muchos de los directivos no están hechos para ser sociales.
¿Estás dispuesto a aceptar que critiquen a tu empresa? ¿A aceptar que esas críticas son las que harán que tus productos avancen y sean cada vez mejores? ¿O seguís instalados todos en el conformismo de sigo facturando igual que antes de la crisis para qué voy a abrir nuevos mercados?
Si a esto sumamos el terror/pavor/incomodidad/loquesea que produce a muchos directivos de empresas verse en público y la egolatría/autosuficiencia/ego de otros, pues tenemos un cóctel en el que se sigue teniendo la sensación de que estar en Internet es una pérdida de control de la empresa sobre lo que se dice de ella, mal vamos. Y encima asumiendo que se tiene un problema en lo que se refiere a las relaciones sociales con el resto de la humanidad.
¿Es control o salirse de la zona de confort?
El control. Justo esa falacia que sirve de excusa en la que se instalan muchas empresas para no hacer nada o encalomar esta parte de Internet al más barato y de menor calidad.
El control hoy día se tiene perdiendo el control. Dejando a los demás que conozcan, prueben y critiquen nuestros productos o servicios, de tal manera que nos muestren los posibles fallos o puntos de mejora de los mismos pero, lo que es más importante, obligando a que nos movamos.
Esto es muy fácil de decir para alguien que está acostumbrado al cambio en todas las facetas de su vida. Que sacrificó muchas cosas para dedicarse a lo que le gusta. Que se salió de esa ficticia zona de confort en la que estaba instalado y que decidió vivir día a día, aprender de quienes le rodean y que está constantemente empezando proyectos nuevos. Pero porque trabajar por proyectos es justamente eso: salir de una zona de confort para mejorar o empeorar pero, siempre, para empezar de nuevo.
Las empresas son movimiento, empiezan desde un principio, siguen por un nudo y, al contrario que una historia, no tienen desenlace. O no deberían tenerlo, sino que deberían generar un nuevo principio.
Así que deja de pensar que Internet no es para mí como si fuera esa gran capital a la que iba Paco Martínez Soria y empieza desde el principio.
Este fin de semana, el suplemento salmón de un conocido periódico de tirada nacional refrendaba tu planteamiento http://j.mp/1dFOeAP. El desconocimiento se traduce en temor y desconfianza hacia las redes sociales, que siguen sin percibirse como una oportunidad real para las empresas. Ahora que está tan de moda la internacionalización, no se me ocurre nada más global que hacerse un sitio en internet.
Justo. Y encima lo peor es que estamos dando vueltas a lo mismo tras varios años. Igual que seguimos hablando de modelos de propiedad intelectual, veo que el tema de la presencia en redes seguirá siendo el debate durante muchos años…
Querer controlar es algo natural. Frotarse con los demas, relacionarse, escuchar los que nos pueden aportar requiere un esfuerzo que muchos so incapaces de hacer. Unos lo intentan, pero no solamente les duele una critica sino que van a reaccionar de inmediato…
Eso es un problema de EGO y la buena noticia es que tiene arreglo, pero como bien dice el autor, eso empieza por una actitud personal…
El ego tiene una solución buena que es darse un tortazo en la vida para relativizar todo. El problema es que hay gente que cuando recibe ese tortazo entiende que la culpa es de los demás y… Bucle.
Y sobre el tema de la “piel fina” a la hora de aceptar críticas ya estoy barruntando algo. A ver cómo lo enfoco 🙂