El otro día me llamó un empresario para hablarme de la necesidad que tiene España de contar con una Ley de Segunda oportunidad, tal como poseen otros países, para evitar cercenar la vocación empresarial, uno de los principales problemas al que tendrá que enfrentarse nuestro Estado en los próximos años.
Me decía que tras un concurso de acreedores y si no era aprobado el plan de viabilidad, la empresa quebraba, muchas veces perdiendo el empresario todo su patrimonio personal con el que había avalado los créditos solicitados antes del desastre.
Absolutamente de acuerdo. Cuando una persona se pone enferma la llevan a la UCI y cuando una empresa pierde “salud ” la someten a un concurso de acreedores con lo que la credibilidad de sus directivos queda en entredicho sean cuales sean los motivos por los cuales esa empresa está en esas condiciones. Lo que hay que tener en cuenta es que la pérdida de efectividad no solo se circunscribe a esa empresa (empleos e impuestos que deja de producir) sino a todo el ciclo de riqueza indirecta que se ve irremediablemente arrastrado y cercenado. Aplaudo la iniciativa. Un saludo
Hola, Eli:
Efectivamente, para mí los motivos son clave porque con esta crisis hemos visto que uno de los principales ha sido los impagos de los clientes (empresas y administraciones) lo que han avocado a las empresas a acudir a un concurso de acreedores.
Además, como bien apuntas, hay que tener en cuenta la pérdida de riqueza que esa situación provoca, tanto directa como indirecta, que empobrece la economía de un país.
Por eso, pese al fracaso no hay que cuestionar la vocación emprendedora, porque es uno de los activos más importantes que tiene una nación.
Muchas gracias por participar en este vídeo post.
Un saludo.
Totalmente de acuerdo, pero siempre que los empresarios que han llevado a la ruina a una empresa se comprometan a pagar todas las deudas pendientes de la empresa, el borrón y cuenta nueva no debe de funcionar, todos tenemos un pasado y aunque tengamos segundas oportunidades con lo que estoy de acuerdo, no podemos olvidar el pasado.
En este pais hemos visto sufrir a mucha gente cuando una empresa se declaraba en concurso de acreedores como para olvidar.
Hola Ángel:
Nunca hay que huir del pasado, porque nos ayuda a crecer personal y profesionalmente. Y si en ese pasado se ha fracasado, pues con más motivo.
Es cierto que existen distintas tipologías de empresas y que no se puede medir a todas por el mismo rasante y las consecuencias por las que unas y otras acuden a un concurso de acreedores también son muy diversas.
Estoy con usted en que no se trata de olvidar, sino de dar una segunda oportunidad cumpliendo unos requisitos, que en otros países están regulados, y evitar perder así un patrimonio y talento emprendedor del que no andamos precisamente sobrados.
Gracias por participar en este vpost.