La morosidad de los créditos concedidos por los bancos, cajas, cooperativas y establecimientos financieros de crédito a particulares y empresas escaló hasta el 13% en el mes de octubre, con lo que marca así un nuevo récord histórico desde que el Banco de España recopila estos datos.
De esta forma, el máximo de la mora se ha elevado desde el 12,67% registrado en septiembre. Según los datos publicados por la institución que dirige Luis María Linde, la cifra total de créditos dudosos se ha situado en 190.971 millones de euros, cerca de los niveles registrados cuando la banca se encontraba en el punto de mira de los inversores. Este nivel es el mayor desde noviembre de 2012.
Este nuevo récord se produce tras la revisión de los préstamos refinanciados. El Banco de España calculaba recientemente que el importe de activos normales dentro de refinanciaciones pasaría de los 73.557 millones a 48.193 millones, lo que elevaría los dudosos desde los 71.660 millones a los 92.224 millones.
Descenso por traspaso de activos a la Sareb
La mora registró descensos en diciembre de 2012 y febrero de este año por los efectos contables del traspaso de activos a la Sociedad de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), primero por parte de las nacionalizadas y después por las entidades del grupo 2, entre las que se encuentra Ceiss, BMN.
Este nuevo máximo de la morosidad se produce después de que la cartera crediticia se redujera en 12.144 millones de euros en octubre respecto al mes anterior. El crédito global del sector financiero ha alcanzado los 1,469 billones de euros, frente a los 1,481 billones del mes anterior.
Sin empleo, no se reduce la mora
“La tasa de morosidad en España sigue en máximos históricos principalmente debido al crecimiento negativo o nulo del PIB, lo que hace que no haya crecimiento de empleo y, desde luego, sin crecimiento de empleo la mora no se reduce”, ha explicado Gustavo Martínez, analista de XTB.
Martínez ha advertido de que se entra en un “laberinto de difícil salida” y cuya solución pasa por la creación de empleo. “La escasa actividad económica tiene como consecuencia directa un incumplimiento por parte de las empresas con sus obligaciones crediticias“, ha subrayado.
Castilla y León Económica/ Europa Press