La escena es de hace unas semanas y transcurre en el Senado. Los protagonistas: dos jóvenes senadores de nuestra comunidad autónoma. Él, del Partido Popular por Valladolid; ella, del Partido Socialista por Palencia. A ambos los conozco personalmente, pero de forma muy superficial. De un par de conversaciones o tres. Están debatiendo una propuesta sobre la neutralidad de la red. Para explicarlo rápido: se trata de regular que el tráfico de los datos que circulan por Internet no puedan ser discriminados por las empresas gestoras de las redes, por ejemplo haciendo más lento el acceso a determinados contenidos en función de los intereses de la operadora de la red. Pero no es el objeto de lo que quiero contarles.
Hay varias sorpresas encerradas en esta historia. La primera, que los protagonistas sean jóvenes y senadores. Me pasó como seguramente le ha ocurrido a usted, parecería que el Senado es ese lugar, prometedor según la Constitución, un poco decepcionante vista la utilidad real de esa cámara. Denominado por algunos como “cementerio de elefantes”, “retiro de políticos”, una especie de regalía por los muchos años de servicio ¿Joven y senador?
La segunda, que los dos jóvenes en liza sean de nuestra comunidad: Ildefonso Pastor y Miriam Andrés. Ambos siguen manteniendo ese espíritu de querer “cambiar el mundo” y esa utopía de pensar en la política como el “poder hacer”. ¡Y además pensando en los ciudadanos! Eso me parece reseñable.
La tercera, que la propuesta, que tiene un cariz muy socialista, sea presentada por el PP.
La cuarta, que la contestación a la propuesta por parte del resto de grupos del Senado fuera: “estando de acuerdo con el derecho del principio de neutralidad en la red, y de la exposición de motivos de esta moción, votaremos en contra de la misma porque factores externos que degradan la imagen y el trabajo de esta Cámara nos han impulsado a ello. Comprometiéndonos en el próximo Pleno a la presentación conjunta de una moción en el mismo sentido, e invitando al proponente y a su Grupo a unirse a ella”.
Incongruencias
Quiero mencionar que lo que los senadores/as denominan “factores externos que degradan la imagen y el trabajo de esta Cámara” es básicamente que un conocido bloguero, que asesoraba a los proponentes, publicó en su blog su opinión sobre la contrapropuesta presentada por el PSOE. Puede ver su post aquí http://www.enriquedans.com/2010/11/la-neutralidad-de-la-red-a-debate-en-el-senado-la-enmienda-del-grupo-socialista.html
También quiero mencionar que los mismos senadores que votan en contra, con semejante argumento, hablan sin rubor del Common Government, que viene a decir que se debe abrir el debate político para que la ciudadanía opine y participe. No, yo tampoco lo entiendo.
Otras coincidencias: un amigo, conocido joven empresario, publica en su muro de Facebook que niega rotundamente que vaya a ser candidato (del PP) a una de las alcaldías de nuestras capitales de provincia. Otro amigo, militante socialista, con el carné de partido entre los dientes, se lía a repartir estopa en su Twitter al bloguero de pro, antes citado. Es una pena que lo político termine estando tan alejado de los ciudadanos de a pie, hasta el punto de que algunos tengan que renegar en público de la política. Pero es que una cosa es la Política (con P mayúscula) y otra muy distinta la política (con p de partido). Esta última es la responsable de la desafección generalizada, pero ¿hay otra forma de hacer política? Jóvenes Senadores, esperamos mucho de vosotros. Mucho más que estos entretenidos sainetes de partido.
El pasado 1 de diciembre se aprueba en el Senado la propuesta sobre la neutralidad de la red con los votos a favor de todos los representantes de la Cámara. Por cierto, la propuesta final es casi idéntica a la que fue rechazada en su día.
Open Government. Open 😉
Toda la razón: OPEN y no Common… ¿en qué estaría yo pensando? Y eso que lo dices bien clarito en el vídeo!! XD