Si uno es el segundo mejor restaurante del mundo, no puede tener fallos. O por lo menos a mí me resulta muy difícil digerirlos. Y que entre un plato y otro (de un menú de 17) tarden en servirlo 20 minutos por lo menos en dos ocasiones, o que el salmonete y el cordero lleguen fríos a la mesa -por mucho que sea un día abrasador y haya quien lo agradezca- son errores que no puedo, ni quiero asimilar.
Y cuando suceden estos incidentes, pues lo que se auguraba como una comida extraordinaria, decepciona. Si a eso unimos que las elaboraciones no me emocionaron, entonces resulta complicado recomendar al Celler de Can Roca. No quiero quitar mérito a una cocina donde tanto la materia prima, como la técnica o la presentación se miman, pero si acudes a un templo culinario de este nivel las expectativas son tan altas -por otro lado, las que deben de ser-, que si no se cumplen, te quedas chafada.
Las comparaciones son odiosas
He tenido ocasión de probar la cocina de 5 de los 10 mejores restaurantes del mundo, según la revista Restaurant (El Bulli, Mugaritz, Arzak, D.O.M. y Celler de Can Roca) y en todos los casos he disfrutado más que en el establecimiento de los hermanos Roca.
Mi primera experiencia con la cocina de autor de primer nivel fue hace ya muchos años en Arzak y todavía tengo grabado en las papilas gustativas un lenguado con lentejas germinadas. Con bastante posterioridad fui a Mugaritz y me sorprendió la creatividad de Andoni Luis Anduriz con platos casi metafísicos. Del restaurante de San Paulo (Brasil) D.O.M., recuerdo su estupendo servicio de mesa, su clientela formada por la alta burguesía paulista y manjares oriundos del Amazonas elaborados con mucho acierto. Y a años luz de todos ellos, está El Bulli, en el que me emocioné, reí, gocé y saboreé la esencia de un genio aplicada a la cocina.
Lo triste es que cuando pase el tiempo y vuelva a remomorar la visita a estos templos gastronómicos, mi recuerdo de El Celler de Can Roca estará empañado por la decepción.
tampoco será para tanto, si está donde está es porque se lo merecen y punto.
Yo he querido compartir con vosotros mi experiencia en este emblemático restaurante, que no ha estado a la altura de mis expectativas.
Muchas gracias por participar en blog.