Periodista, vocación a reinventar

Por: Luisa Alcalde
prensa, periodismo, periodista

En fechas recientes, asistí a una comida ofrecida a la Prensa por una institución, actos cada vez menos frecuentes por la política de austeridad que impera y que en algunos casos no se traduce más que en medidas de maquillaje.

Como últimamente en la profesión se respira un ambiente de pesimismo e incertidumbre, en la mesa que compartía con otros colegas, fue inevitable que surgiera el tema de los despidos y recortes que afectan a nuestro sector. Sin embargo, uno de ellos, quizás el decano de los periodistas de la región, se reafirmó en su trabajo y dijo: “Si volviera a nacer, volvería ser periodista”. Y otro, que había sido ascendido recientemente para premiar su compromiso con el buen periodismo dándole un cargo de responsabilidad, pero que ahora debía ejercer desde un despacho y no a pie de calle, también confesaba su pasión por la profesión.

En esa misma línea, otro experimentado plumilla, bregado en mil medios, casado con periodista -sólo nos aguantamos entre nosotros mismos- y con un hijo ya incorporado a esta ardua tarea, criticaba que a los periodistas de raza las empresas editoras les premiaran apartándoles de lo que más les gusta hacer  (el contacto con las fuentes, la captación de la información, su valoración y análisis y su redacción para ser divulgada de forma precisa y amena a la sociedad), cuando lo más fácil sería mantener a esa persona en su puesto y gratificarle económicamente.

No pude más que discrepar, porque no estoy de acuerdo con que esos puestos de responsabilidad sean ejercidos por perfiles ajenos a nuestra profesión, que desconocen cómo distinguir un buen reportaje y cuáles son las normas básicas de la comunicación eficaz. No creo que tengan más éxito empresas editoras dirigidas por tecnócratas, donde no se cuenta con periodistas con años de experiencia para liderar proyectos o procesos; más bien al contrario, porque no saben apreciar la sensibilidad de nuestro gremio.

Además, ante un sector en plena reconversión y un modelo de negocio que se desmorona, los periodistas, muchos de los que estábamos allí sentados con años de experiencia, no podemos resignarnos a ese murmullo plañidero.

Tenemos cualidades que es preciso destacar y que nos capacitan para desempeñar otras tareas que hoy por hoy pueden suponer no sólo ganarnos el pan, sino también crecer profesionalmente. Estoy hablando de que poseemos capacidad de observación, análisis y espíritu crítico; sabiduría para sintetizar y divulgar de forma breve y precisa, imprescindibles en la comunicación eficaz; experiencia en organizar, trabajar en equipo y en la gestión; sabemos discernir el conocimiento de la vanidad; causamos empatía y generamos confianza entre nuestros interlocutores porque practicamos una escucha proactiva y plasmamos sus vivencias, sus problemas; tenemos capacidad de adaptación y, aunque algunos hayamos terminado especializándonos, tendemos a cultivar una formación generalista, humanista. No me digáis que con este bagaje no podemos aspirar a algo más que a lamentarnos.

La importancia de la comunicación

Como conozco desde hace años el sector empresarial de esta región, me atrevo a sugerir que quizás podamos sacar partido de una de sus carencias: la comunicación. Son excepciones las empresas que poseen un departamento para abordar este área estratégica y sé por mi reciente responsabilidad en Dircom Castilla y León que la mayor parte de los directores de comunicación de las grandes compañías de este país ejercieron como periodistas en sus inicios. Luego, incrementaron sus conocimientos en comunicación interna, de crisis, RSC y redes sociales para poder acometer con profesionalidad su nueva labor. Ya sé que no es momento de que las empresas inviertan en nada, pero vengo observando una cada vez mayor preocupación por abordar esta necesidad y no es para menos, porque se ha convertido en una ventaja competitiva.

Otros colegas, y esto es una tendencia cada vez más frecuente, decidieron constituir su propio negocio, su agencia de comunicación para prestar servicios a aquellas compañías que tengan externalizada esta actividad. Algunos de estos avezados periodistas se vieron en la calle de la noche a la mañana y optaron por el autoempleo, que luego derivó en consultoras de éxito.

También está el campo de la docencia, que muchos compañeros ya practican o compaginan con su principal actividad, sobre todo en el ámbito de las escuelas de negocio, pero también en el de las facultades de Periodismo y Comunicación, aunque en este último intuyo una pronta reestructuración, que repercutirá en una reducción de centros y consecuentemente de profesorado.

Otros, los menos, decidieron emigrar, pero esto es menos aconsejable porque nuestra profesión nunca estuvo bien retribuida a excepción de las grandes estrellas de la tele o la radio y porque en los países hermanos con los que compartimos lengua materna la inseguridad se paga con la vida.

Siempre fuimos necesarios desde tiempos pretéritos -Herodoto fue el primer gacetillero de la historia- y estoy segura de que seguiremos siéndolo, pero ahora es crucial reinventarnos para hacer frente a la nueva situación. La incertidumbre generalizada no debe paralizar nuestro potencial porque lo tenemos a medio explotar.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Información sobre la protección de datos:
· Responsable de los datos: Ediciones La Meseta, S.L.
· Finalidad: Enviar un comentario
· Derechos: Tienes derecho a acceder, rectificar o suprimir los datos, así como otros derechos como es explica en la política de privacidad.
· Información adicional: Puedes consultar la información adicional y detallada sobre la protección de datos aquí.

Noticias relacionadas

Firma del protocolo.
Leer más

simplifica@jcyl.es

Por: Alberto Cagigas, director de Castilla y León Económica
El pasado mes de octubre, la Consejería de la Presidencia de la Junta de Castilla y León firmó…
Digitalización.
Leer más

Recursos cada vez menos humanos

Por: Alberto Cagigas, director de Castilla y León Económica
Visito una enorme fábrica de un líder agroalimentario de Castilla y León y me quedo sorprendido por su…
Ir al contenido