La crisis que estamos padeciendo ha hecho que el mercado laboral de la región, así como el del resto de España, haya salido muy envejecido, ya que más del 47,1% de los trabajadores castellanos y leoneses superan los 45 años cuando hace 8 años era el 36%, debiéndose a 2 causas fundamentalmente como son la destrucción de empleo temporal y el preocupante envejecimiento demográfico.
Antes de la crisis, el empleo temporal que existía se encontraba mayoritariamente ocupado por jóvenes que entraban en el mercado laboral con contratos temporales a través de los cuales aprendían el funcionamiento de la empresa, al mismo tiempo que desarrollaban sus conocimientos adaptándoles a las necesidades empresariales. La crisis ha hecho que estos puestos fueran los primeros en desaparecer consiguiendo que los jóvenes trabajadores, así como los recién graduados que han ido saliendo de nuestras universidades, tuvieran que optar por irse en el mejor de los casos a otras regiones y en el peor a otros países.
Por el contrario, en la actualidad, y debido a la reforma laboral, se han ido creando muchos puestos de trabajo temporales ocupados fundamentalmente por mayores de 45 años. Esta situación en principio no es mala, ya que se ha ido generando trabajo que ha logrado incrementar la actividad económica de la región, sin embargo este empleo debe irse transformando en empleo fijo al objeto de estabilizar la economía regional.
Envejecimiento demográfico
La otra causa del envejecimiento del mercado laboral es la del propio envejecimiento demográfico debido a la baja natalidad de los últimos años, al incremento de la esperanza de vida y al aumento de la emigración de nuestros jóvenes al no encontrar trabajo. La realidad es que desde el año 2000 España es el país más envejecido y Castilla y León la más envejecida de sus regiones.
Se prevé que en el año 2030 los mayores de 65 años serán el 30% de la población española (actualmente es del 18%) siendo en ese momento en donde se producirá la jubilación en masa de los nacidos entre los años 1958 y 1977, originándose la situación de que menos trabajadores en activo soportarán con su trabajo el sostenimiento de más pensiones y más cuidados sanitarios de las personas que se encuentran jubiladas. Además, si esta situación sigue así, hacia el año 2052 nos encontraremos con que habrá por cada persona que trabaja una persona que se encuentra inactiva haciendo que el sistema de bienestar social sea insostenible.
Las consecuencias para las empresas de que el mercado laboral se encuentre cada vez más envejecido son varias. Una de ellas es el desajuste de competencias que se produce entre los trabajadores, ya que se supone que las personas mayores de 45 años tienen menos conocimientos digitales que los graduados que salen de nuestras universidades debido no sólo a los conocimientos adquiridos, sino a que las generaciones más jóvenes han nacido en la era digital mientras que los menos jóvenes han tenido que ser en su mayor parte autodidactas.
Actualización de conocimientos
Asimismo, ante este envejecimiento del mercado laboral se necesitará una constante actualización de los trabajadores debido a que los puestos de trabajo físicos se están reemplazando muy rápido por tareas cognitivas en donde los conocimientos y las actitudes son la base de una empresa competitiva e innovadora, que unido a la menor flexibilidad de la plantilla y a la pérdida de competitividad ante los mercados emergentes, así como a la necesidad de las empresas de concienciar a sus empleados de la necesidad de tener una buena salud al objeto de minimizar el impacto de las bajas laborales, hacen que la estabilidad y crecimiento de la actividad empresarial se encuentre en peligro.
Por último, habría que tener en cuenta la existencia de una mayor presión fiscal de los trabajadores al tener que sostener a un mayor número de personas jubiladas que hará que las empresas tengan que poner en marcha planes de pensiones para sus empleados al objeto de poder sostener el sistema del bienestar social.
Ante esta realidad, las medidas a tomar para poder frenar los efectos del envejecimiento en el mercado laboral de la región y de España tendrían que ser rápidas y efectivas. En primer lugar, hay que tener claro, como ya se ha comentado, que la edad laboral de los trabajadores se está incrementando cada vez más debido a la falta de relevo generacional a causa de la baja natalidad y de la emigración de nuestros jóvenes por falta de trabajo.
Esta situación hace que se deba sensibilizar a la sociedad y al sector empresarial de la necesidad de juntar, al mismo tiempo, a trabajadores senior y junior, logrando con ello el intercambio de valores, así como equipos más preparados, más competitivos, más expertos y más flexibles consiguiendo un mercado de trabajo maduro pero al mismo tiempo joven, y logrando sobre todo la retención del talento juvenil.
Pero la medida más urgente y de mayor importancia que hay que tomar es la creación de nuevos puestos de trabajo al objeto de que exista más población activa (trabajadores) que población inactiva (jubilados), ya que el Estado, al tener un incremento de gastos sociales, deberá incrementar también los impuestos, tanto de las empresas como de los ciudadanos, haciendo que la rentabilidad de las aquéllas así como los ahorros de las familias disminuyan y, por tanto, se minoren su calidad de vida.