Soy el primero en afirmar la gran importancia de la macroeconomía. Soy el primero en reconocer la gran influencia de la macro en el devenir socioeconómico del país. Soy el primero en sumarme a las lecturas de las interminables informaciones de la prensa salmón sobre los grandes datos macroeconómicos. PIB, desempleo, cotización del bono español, prima de riesgo, déficit público, IPC, etcétera, forman parte de la vida económica; no hay duda de su peso y de la importancia que tienen en el día a día de todos nosotros y especialmente de las empresas.
Pero no sólo existe la macroeconomía. Parece que la recuperación de la economía sólo depende de los fríos datos con los que somos abrasados mañana, tarde y noche. Todos hablan de lo mismo porque es lo más fácil. De hecho, da la sensación de que los gobiernos sólo hablan de grandes cifras como si quisieran cerrar los ojos a una realidad de la que parece que no quieren saber nada o sobre la que no saben hacer nada. Como si rezaran para que los datos macro cambien de un día para otro y la crisis desaparezca.
Mientras tanto, ¿qué hay de lo que importa realmente a la empresa? ¿qué hay de las reformas pequeñas, las que dependen de nuestros gobiernos y que son las que ayudan de verdad a los empresarios en su día a día? ¿dónde están las reformas importantes que faciliten la actividad económica real y el empleo? Y es que yo me pregunto ingenuamente: ¿cómo esperar a que los datos macroeconómicos cambien si no modificamos la normativa que lo puede hacer posible?
Pequeños grandes cambios
En España no se ha hecho aún lo que las empresas necesitan: los pequeños grandes cambios. Por ejemplo, la reforma que relaciona a la Administración con la empresa (la cultura del impedimento predomina a la del auxilio); la fiscal (tenemos más impuestos y más inspecciones para recaudar más); la administrativa (¿dónde está el ajuste serio?); la financiera (sigue sin fluir el crédito); la laboral (altos costes de la Seguridad Social y laborales); etc.
Mientras tanto, sigamos rezando para que la macro nos salve por arte de magia.
¡¡¡¡¡De Libro!!!!!! Perfectamente explicado. La realidad que vivimos muchos es nuestra dificultad para cumplir con nuestras, siempre crecientes, elefantiásicas, obligaciones. La falta radical de demanda. Las múltiples injusticias que te obligan a pagar cantidades no cobradas a la misma administración que te debe dinero. La desmotivación que se ha instalado peremne en las empresas, la falta de referencias de futuro, y, por tanto de planes para alcanzarlas, y tantas y tantas cosas…..¡¡microeconómicas!!
Estimado miguel angel, es una pena que la desmotivacion se haya instalado en los empreaarios. En muchso casos es asi. Hace poco Alberto Cagigas escribio un comentario muy bueno sobre el tema. Eduardo
Estimado miguel angel, es una pena que la desmotivacion se haya instalado en los empreaarios. En muchso casos es asi. Hace poco Alberto Cagigas escribio un comentario muy bueno sobre el tema. Eduardo
No te preguntes que puede hacer tu pais por tí.
Preguntate que puedes hacer tu por tu pais.
ESO ES LO QUE LOS EMPRESARIOS ESPAÑOLES DEBERIAN HACER EN VEZ DE ECHAR LA CULPA AL EMPREDRADO.
Estimado Julio, creomquemlos empresarios estan haciendo mucho por el pais aguantando hasta el limite una situacion insostenible. Gracias por el comentario
Bravo Eduardo:
Te sigo con interés y aún no he sido capaz de disentir contigo. ¿Será que nuestro sentido común es similar?
En este último artículo clamas en el desierto, a mi juicio te has pasado pues ¡anda que no pides!, nada mas y nada menos que lo que tú denominas “los pequeños grandes cambios”. Creo que debías haber prescindido del “etc.” Eres un exigente de cuidado. No te haré caso y rezaré por la micro. ¿Alguién oirá nuestra plegaría?
Un abrazo.
Querido Jesus, solo caben dos cosas. Seguir trabajando y seguir denunciando los atropellos a las empresas. Me cuesta entender quemnomse haga nada para mantener y crear empleomen este pais. Gracias por tu comentario. Eduardo
Lo realmente gordo es que el gobierno y la UE no saben de macroeconomía. Saben las cifras que quieren conseguir, pero no como hacerlo. La economía nos facilita muchas herramientas y ellos aplican las equivocadas.
Totalmente de acuerdo Eduardo. Las empresas estamos financiando al Estado gratuitamente con el IVA de las exportaciones (la Administración apura los plazos de devolución al límite), sufrimos un auténtico acoso inspector, con actas injustas que luego alimentan las cifras del fraude descubierto. La presunción de inocencia en este área es una entelequia. El acceso al crédito bancario es un imposible….. Y aún así seguimos luchando cada día por mantener nuestras empresas abiertas, incluso, ¡bendita ilusión!, por crecer.
En contestación a Julio, está claro que no sabes lo que hacemos los empresarios por nuestro País. En lugar de subirte al carro crea tú uno y tira de él. Al menos inténtalo. Luego vuelves a opinar.
Estimado amigo, estoy de acuerdo al 100% en lo que apuntas. El acoso de la Administracion es brutal. Me gustaria saber que parte de los impuestos van para mantener lamestructura ineficiente de los multiples gobiernos demnuestra España. Saludos.
Esa recurrencia que describes amigo Eduardo es la manida cortina que a modo de excusa y armadura simultáneas, nos espetan los últimos gobiernos para justificar su irresponsabilidad en el anunciado desastre.
La imagen a transmitir es que todo se debe a una coyuntura mundial, extremadamente compleja e incomprensible para la mayoría…
Por fortuna aun queda espacio virtual y gentes para el análisis inteligente. Un abrazo