Siempre he querido escribir un artículo parafraseando el título del libro de Milan Kundera La insoportable levedad del ser (claro ejemplo de libro con mejor título que contenido) y ahora encuentro la ocasión. No pretendo ser tan profundo como cuando en uno de sus párrafos escribe:
“El hombre nunca puede saber qué debe querer, porque vive sólo una vida y no tiene modo de compararla con sus vidas precedentes ni enmendarla en sus vidas posteriores”.
Al tweet también le pasa que sólo vive una vida, que además es efímera por lo que hay que conseguir que su existencia sea lo más plena posible. Alguno a estas alturas de post ya estará pensando si no se me ha ido la olla, y la verdad es que no andaría muy desencaminado, pero vamos al meollo del asunto.
No existe una clasificación de tipos de tweets, o al menos yo no la conozco, pero podríamos hablar de:
• Tweet para enmarcar
• Tweet de relleno
• Tweet a lo tonto
• Tweet totalmente prescindible
• Tweet para matarte
• Tweet brillante
• Tweet desternillante
• Tweet para olvidar
• Tweet que destroza tu reputación
• Tweet canallesco
• Tweet pintoresco
• El tweet de tu vida
• Tweet mentira
• Tweet sonrisa
• Tweet que te arregla el día
• Tweet sermón
• Tweet exitazo
• Tweet sin ton ni son
• Tweet fuera de lugar
• Tweet sin clasificar
Y seguramente, si nos preguntan a cada uno de nosotros, haríamos la lista más larga y más interesante. Pero cuando uno pone un tweet en Twitter siempre lo hace con una intención y espera conseguir la mayor repercusión y alcance posible, pero la realidad es que, como reza el título del post, la vida de un tweet es insoportablemente efímera.
¿Qué posibilidades hay que alguien lea tu tweet?
Esto depende de muchos factores y no creo que ninguna estadística pueda calcular con exactitud cuántas personas van a ver el tweet, ni de dónde son, ni qué van a hacer con él. Depende de muchos factores, algunos de los cuales, me temo, que no son muy evaluables:
• Un primer factor del que depende es del número de followers que tengas y cuántos son activos de verdad (aquí hay que incluir las listas en las que te han incluido).
• Otro factor de tus followers es cuántas personas están conectadas en ese momento y llegan a ver tu tweet.
• También has de contemplar la hora en la que lo publicas, debes conocer el horario de mayor repercusión.
• Una variable inevaluable es el estado de ánimo en el que ‘pillas’ a los followers que leen tu tweet, de ello dependerá que lo difundan o que pasen de él.
• Es evidente que va a influir mucho en el recorrido de tu tweet quién eres, como te ven los demás y en qué contexto lo publicas. Un ejemplo claro es el tweet que más RT ha recibido de la historia (hasta ahora) que ha sido el de Obama diciendo que habían ganado las elecciones; así cualquiera tiene éxito con un tweet.
• En el éxito de un tweet influye que contenga enlaces o imágenes. La mayoría de los estudios indican que su impacto es mayor, aunque recientemente también se ha publicado un estudio que dice que mucha gente te hace un retweet sin haber leído el contenido, por ello a veces nos encontramos que una página ha tenido más tweets y menciones que visitas.
¿Hay que repetir los tweets?
La respuesta a este interrogante depende de algunos factores, como si su contenido tiene vigencia a lo largo del tiempo o es muy puntual. En el primer caso, puede tener sentido publicarlo en varios días a diferentes horas para cubrir el mayor número de followers posible (siempre sin aburrir). En el segundo caso no tiene sentido. Evidentemente, tweets de respuesta a otros, tweets de saludos o tweets irrelevantes no es conveniente duplicarlos.
La vida de un tweet no está científicamente calculada, pero en la gran mayoría de los casos no va más allá de unos pocos minutos, por eso hay que aprovecharlo al máximo y aprender a mejorar su impacto.