Las preguntas del millón en este inicio de 2014: ¿es verdad que estamos saliendo de la crisis?, ¿ya vemos la luz al final del túnel y esta vez no se trata de un camión en dirección contraria con las largas encendidas y conducido por gobernantes pusilánimes?, ¿se nos van a marchitar los tiernos brotes verdes?, ¿se trata de una salida en falso como en 2010? Pues, honestamente, la economía real apunta a que algo está cambiando.
Eludiré mencionar tanto las previsiones macroeconómicas como la evolución de los mercados financieros, para centrarme en 3 hechos que ilustran este cambio de ciclo, cuyo reto es que se mantenga en el tiempo si no ocurre algún imprevisto en el panorama nacional (presión de los nacionalismos periféricos) o en el internacional (guerra en Siria). Les voy a hablar de algo que conocemos bien porque afecta directamente a nuestro negocio: la inversión publicitaria.
Pues sí, por primera vez desde 2008 hemos notado que existe un repunte de la partida presupuestaria destinada a este capítulo, una tendencia que me parece muy significativa porque lo primero que suprimen las empresas es el gasto en anuncios, que también es lo último que se recupera ya que los empresarios antes prefieren pagar a sus proveedores o invertir en otros capítulos. La publicidad es la cenicienta de las inversiones, la que se guarda en la última carpeta de temas pendientes.
Volver a destinar euros a la publicidad significa muchas cosas: que las empresas que se mantienen activas ya dejan de jugar a la defensiva para pasar al ataque con el fin de conquistar más mercado, que existe solvencia y fondos para presupuestar ese capítulo y que se tiene la sensación de que la clientela va a crecer. Los medios de comunicación nos parecemos a los rosales que los bodegueros plantan al inicio de cada fila de viñedos para detectar las plagas: servimos de señal de alarma al ser los primeros en ser atacados por los hongos y bichos de la crisis económica y los últimos en recuperarnos.
Ribera del Duero
Compartí esta reflexión -la de la publicidad, no la de las rosas- con el ejecutivo de una de las mayores bodegas de la Ribera del Duero y me confirmó que también habían experimentado un cambio de tendencia y que incluso se ha registrado un alza en el consumo de botellas en los restaurantes. “Si la gente ya pide riberas significa que vuelve a salir a comer fuera de casa y que se puede permitir un vino de precio medio-alto”, me apuntó. A los 2 días le pregunté al propietario de la empresa que más cocinas vende en España si él había notado una reactivación en su mercado y me contestó afirmativamente, que por primera vez desde 2008 está aumentando la facturación.
Expuse estas impresiones al máximo directivo en Castilla y León del mayor banco español. “¿Y vosotros, qué previsiones de la evolución de la economía real tenéis para 2014?”, le pregunté. Y me contestó: “el primer trimestre será plano, pero a partir del segundo se experimentará una tendencia alcista, siempre y cuando no haya imprevistos debajo de la alfombra de la recuperación”, me contestó.
En estos años, muchos me han criticado el pesimismo destilado en mis artículos y discursos, a veces en contra de la corriente dominante de una opinión pública manipulada por la versión oficial, así que por primera vez desde 2008 me van a permitir que les muestre un optimismo moderado basado en hechos reales. Que ningún incauto estropee estas expectativas porque, como recuerda Michel de Montaigne, “la fortuna es de vidrio; se rompe cuando más resplandece”.
Un pequeño anticipo de un optimismo económico se encuentra en el sector del automóvil. Cuando se logra aumentar el número de visitas en las exposiciones. Cuando los clientes acuden a nuestro servicio postventa y solicitan trabajos de cierta envergadura económica, algo está cambiando. Seamos moderadamente optimistas.
La economía real son la pérdida de empleos, la caída en la capacidad adquisitiva, el incremento de la población en situación de pobreza, la precariedad laboral, la inseguridad de los ingresos y la reticencia al consumo, la destrucción de empresas, etc.
Puede haber signos positivos que sean interpretados de manera optimista pero más allá de especulaciones la economía real está estancada y sería ingenuo afirmar lo contrario.
Desde luego el optimismo juega a favor de la recuperación pero en este caso, la mejora no depende de la fortuna, sino de una buena gestión de la economía.
Los ciudadanos modestos hemos tapado con nuestro esfuerzo los agujeros que otros crearon y contenido la caída en picado, se echa en falta liderazgo y gestión que genere actividad económica y confianza para que de verdad repunte la economía real.
Hola: Como comento en el post, creo que la economía real empieza a dejar de estar estancada y para demostrarlo te comento tres casos que lo confirman. Y estoy de acuerdo en que hace liderazgo y gestión que genere más actividad económica y confianza. Saludos.
Hola Piru, gracias por tu comentario. A ver si se consolida la recuperación. Un abrazo.
Alberto, algo de cierto hay en lo que tu comentas, pero la dura realidad es la que indica 2# Anónimo, la cual está llevando a la sociedad Española a la pobreza, dado que mientras tengamos casi 6 millones de desempleados, sueldos tercermundistas en el “nuevo” mercado laboral, etc…, mala solución tiene, y de ello hay múltiples ejemplos: como los 850 euros/mes que está pagando a sus “nuevos” empleados especializados la mayor empresa de C. y L., la aspiración de mileurista que tienen los jóvenes actuales con una preparación altamente cualificada (Estudios superiores, Master,…), intuyo que esta no es la solución, ya que todo ello nos lleva a la más absoluta pobreza. A pesar de todo confío que los responsables económicos se den cuanta de ello, y que entre todos busquemos soluciones diferentes a las que actualmente se están implementando, ya que por desgracia vemos a donde estas nos están llevando.
Hola Juan Manuel: La crisis ha sido tan dura que ya no volveremos a tener un entorno económico como antes y, como muy bien dices, la peor parte se la han llevado los jóvenes. Un abrazo y gracias por participar en este blog.