“Estimado Sr. Cagigas, me dirijo a usted a fin de darle a conocer mi currículo, por si en este momento o en adelante pudiera ser de su interés …” y así casi todos los días. Profesionales con experiencia arrojados a las orillas del mercado laboral, jóvenes con varios idiomas y excelente cualificación que aún desconocen qué es una nómina, colegas de la profesión afectados por un ERE o expertos en otras materias que prueban suerte en el sector de los medios de comunicación en un esfuerzo tan inútil como inocente. El perfil de los aspirantes a un empleo nunca había sido tan variopinto.
Al principio fue un goteo, pero desde que estalló la crisis se ha convertido en una lluvia fina que llega por todos los lados: cartas, correos electrónicos y redes sociales, como LinkedIn o Twitter, donde la gente intenta desesperadamente buscar un puesto de trabajo. Pregunto a varios empresarios si a ellos les ocurre lo mismo, y me dicen que sí, que es un drama porque con un mercado tan apático como el español es imposible que se reactive la economía con la consiguiente demanda de puestos de trabajo. Y la realidad es dura, muy dura, ya que los expertos afirman que un país no genera empleo neto si no crece por encima del 2%, con lo que el drama del paro se acrecentará durante 2013 y más allá. Nunca como hasta ahora las empresas habían contado con tan buena materia prima humana, con gente tan cualificada y con ganas de triunfar, pero lamentablemente en la mayoría de los negocios no hay un mercado dinámico para poner en valor todo ese intelecto.
Por deferencia, leo todos los currículos y me sorprende que esas personas, en otras circunstancias menos adversas, se incorporarían con facilidad a la plantilla de cualquier empresa, e incluso alguna podría ser disputada por varias compañías. Pero ese escenario no se da ni aquí ni ahora. “Por mis conocimientos y experiencia pienso que encajaría perfectamente en el trabajo que llevan a cabo”, dicen muchos. Y tienen toda la razón, pero no en un sector como el nuestro, y como otros tantos, en plena reconversión y con un mercado menguante. ¡Cuántas horas de estudio, de formación, de sacrificios; cuánta inversión, tanto pública como de las propias familias, para luego no poder aprovechar todo el potencial de esas personas en el desarrollo, no sólo de las empresas, sino del propio país! Mutipliquen los más de 235.000 parados que hay en la actualidad en Castilla y León por el coste de su cualificación y verán cómo estamos dilapidando a raudales dinero y materia gris.
Pérdida de talentos
Es decepcionante comprobar, día a día, cómo somos incapaces de incorporar al mercado laboral a esos millones de personas e incluso a veces comprobar que el trabajo ofertado está muy por debajo de la preparación de esos desempleados, quienes incluso llegan a aligerar su currículo para poder acceder a puestos de menor cualificación. Muchos, ante este panorama, ya han cogido las maletas para aportar sus conocimientos y trabajo a otros países, a los que ayudarán a prosperar, pero ya no al nuestro.
No poder trabajar mina la moral del espíritu más fuerte, pero más frustrante es comprobar que vives en un empobrecido país incapaz de satisfacer esa demanda, que se descapitaliza de cerebros y que pierde, tal vez para siempre, la insustituible fuerza del talento.
Amigo Alberto al igual que tú y como la inmensa mayoría de los empresarios, vivo a diario ese descorazonador desfile de currículos. Es muy triste comprobar cómo otros países que han sabido invertir mejor sus recursos y han creado un tejido empresarial competitivo, están beneficiándose del esfuerzo que hemos hecho para financiar la educación de los profesionales más cualificados de la historia de España. Mientras nosotros invertíamos cantidades ingentes en una gran cantidad de infraestructuras estériles, junto a otras necesarias, que todo hay que decirlo, o en fastos seudo-culturales, todo ello para mayor gloria de sus augustos inauguradores, algunos de nuestros colegas europeos y otros países extracomunitarios, invertían en I+D+I, se promocionaban y se preparaban para competir en el mundo.
Pero al margen de esta cuestión, hay otras que atañen directamente a las personas en búsqueda de oportunidades. Todo/a profesional que no se considere un “producto” y por lo tanto, no se aplique un plan de marketing ad hoc, tiene muy pocas posibilidades de tener una oportunidad laboral.
Pero, ¿Cuál es el marketing mix aplicable a un profesional?, pues el de cualquier otro producto y no se trata de cosificar personas, simplemente es la operativa de mercado, el momento que nos ha tocado vivir y que hay que asumir como la realidad en la que poder desarrollar nuestras potencialidades.
El MK Mix para que te contraten o para emprender un negocio:
PRODUCTO.-
Hay que ser consciente de las capacidades que cada uno tiene y buscar un mercado que demande ese perfil. Investiga el mercado, compréndelo, identifica a tus clientes y diséñate por fuera y por dentro para resultar atractivo/a. Puede ser una empresa en la que te gustaría trabajar, un socio con el que te gustaría emprender, un estamento, una ONG con la que quisieras colaborar, etc. Pretender que sea el mercado el que se adecúe a la oferta, es decir, a ti, a tus gustos y prioridades, es una falacia que sólo conduce a la ruina o sea, al paro. ¡Esto no funciona así! Muchas veces he escuchado: “la demanda se crea” sin embargo no es así, la demanda si es real, se satisface y si es latente y se detecta a través de la investigación, primero se suscita y luego se satisface. Así se consigue el éxito, ya sea en los negocios o en el ámbito laboral, que no deja de ser un negocio como cualquier otro. Yo le contrato, usted me vende sus servicios y yo se los pago, ya sea a través de una nómina o a través de una factura. Esta visión del mercado laboral, es la única que puede salvar a millones de parados españoles a los que parece que nadie les ha explicado cómo funciona el mundo.
PRECIO.-
¿Cuánto vales? Analiza a tu competencia, cuánto cobran y qué ofrecen a cambio. Si no te pones un precio competitivo, no puedes esperar que alguien invierta en ti y menos aún, si ni siquiera te has esforzado en hacer una valoración de ti mismo/a y no te has puesto un precio acorde a la demanda.
Pero ¿qué pasa si no hay demanda?, fácil, tienes que rediseñarte y convertirte en un producto demandado, o bien, buscar un mercado en el que haya demanda con respecto a tus funcionalidades, en España o donde sea. Si no lo haces, te quedarás completamente obsoleto/a, nadie contará contigo y desaparecerás del mercado, te convertirás en un parásito. ¿De qué vivirás entonces, del esfuerzo que otros han hecho para rediseñarse y ser competitivos?, no creo que eso te produzca otra cosa que insatisfacción personal y frustración. Lucha y trabaja incansablemente, reinvéntate cuantas veces sea necesario y no te quejes por haberte quedado atrás, el mundo avanza y no espera a nadie, adáptate, esa es la ley natural de supervivencia. Cosa distinta es que los más fuertes acojan y ayuden a los más débiles, pero porque realmente lo sean, no porque aparenten serlo para que otros se ocupen de ellos.
DISTRIBUCIÓN.-
En función de tu perfil profesional, de tus conocimientos, de tu experiencia y expectativas, analiza los canales más eficaces para llegar a tu cliente potencial. Estúdialos e intégrate en ellos, pero no lo hagas sin haberte adecuado a la demanda, si lo haces, te quemarás antes de tiempo y ofrecerás al mercado una imagen poco apetecible, que puede costarte mucho modificar. Cuando te muestres en los escaparates del empleo, debes resultar atractivo/a para tus clientes potenciales, cómo, sabiendo lo que les gusta, lo que quieren comprar y ofreciéndoselo. Eso es todo, así de fácil y de difícil también, pero reconoce que superar lo fácil no te motiva lo más mínimo. Superar un reto complicado te encanta, sube tu autoestima y hace que te quieras más, por lo que también los demás te querrán más y tendrás más posibilidades de éxito.
Las Redes Sociales te brindan una ocasión excepcional para mostrarte en el escaparate, ponte guapo/a, se sincero/a y muéstrate cómo eres, eso sí, después de haberte adecuado a la oferta, nunca antes, tómate tu tiempo en esto, es la mejor inversión que puedes hacer, FÓRMATE.
PROMOCIÓN.-
¿Qué haces para venderte, tienes un plan, entre quiénes te estás vendiendo, quiénes son tus prescriptores, qué les cuentas, los motivas suficientemente….? Son preguntas que debes hacerte antes de crear tu estrategia publicitaria. No te dé vergüenza venderte, no es un acto de vanidad o soberbia, es un acto de supervivencia y de auto-realización personal y profesional. Es imprescindible que te vendas, si no lo haces, no puedes esperar que te contraten o que alguien se asocie contigo. Si no te anuncias no eres visible y por lo tanto, no existes. Si te gustas, si piensas que puedes ser útil y rentable y quieres demostrarlo, dilo alto y claro, grítalo a los cuatro vientos para que todo el mundo se entere, verás como antes o después te llegará la oportunidad, pero tienes que ganártela y cuando te llegue, tendrás que pelear cada minuto, cada día, para no perderla y conservarla.
Después de 30 años en la brecha y dándolo todo, sólo puedo decir una cosa, que cuanta más crisis hay, más ganas de pelea tengo, porque la crisis no está ahí fuera, está en nosotros. El fallo es sistémico y lo hemos provocado nosotros, no los extraterrestres o el cambio climático. Ahora nos toca apechugar con ello, modificar los fallos del sistema y seguir avanzando. Mi padre me dijo una vez la frase mágica, “Ne te equivoques, la vida es lucha y sacrificio”. Efectivamente, “no hay rosas sin espinas ni amor sin dolor”, esto es la vida, lo que nos ayuda a crecer personal, profesional y empresarialmente. Los grandes hombres y mujeres que han movido y mueven el mundo, no lo consiguen quejándose, tirando la toalla, o despistando para ver si otros se lo resuelven. Son ingeniosos, hacen lo que deben y van donde haga falta para conseguir sus objetivos.
Ánimo, sigue luchando por tu oportunidad que quizás no esté donde tú la quieres, sino en el lugar más insospechado, pero recuerda, la inspiración como las oportunidades tienen que pillarte trabajando, es decir, buscándolas.
Hola Tomás:
Comparto tu comentario, que es todo un post, muy interesante para la gente que busca empleo. Uno de los principales motivos por los que hemos llegado a esta crítica situación es porque nos hemos olvidado que la vida “es lucha y sacrificio”, tal como te recordaba tu padre.
Muchas gracias por compartir tu acertada reflexión, de la que debemos tomar nota.
Un abrazo.
Perdona, TO+ CGC por no haber podido leer completamente todo lo que magistralmente expones, pero de que te sirve en estos momentos tanta literatura, ¿donde estabas y que has hecho en los años que los “socialistas” estaban haciendo la zanja para enterrar España, donde has interactuado…? en que foros has intervenido para convencer a los (hoy cabreados, folloneros, huelguistas, chupones, cómodos, borregos) votantes.(no cuatro años, si no casi ocho). Como puedes comprobar, estoy realmente indignado, por que no es la culpa del empresariado, ni del gobierno actual, el cual encontró una España herida de muerte, e hipotecada con el resto de los países.
Es muy bonito y bueno tener un gran potencial de universitarios y licenciados “todos tienen derecho a tener una carrera” ¿para qué…, lo que hay que tener gente con ese espíritu que tu mencionas, personas luchadoras, trabajadoras, responsables, etc…
PROMOCION.-
Que quieres hacer, venderte, eso es lo que la gente ha hecho y hace hoy en día (por un plato de lentejas); lo que hay que hacer es predicar con el ejemplo, hay que vender y promocionar el producto, no la persona; cuidado donde lo predicas.
Comparto todo lo que he leído hasta el momento, y sobre todo lo que decía tu (sabio) padre; seguro que tu padre no le tocó vivir una sociedad como la que nos hemos prodigado, llena de trabas administrativas, leyes y reglamentos represores, funcionarios que su trabajo en lugar de informadores y base de apoyo, son como gendarmes recaudadores, los impuestos se pagaban cuando se cobraban, los clientes pagaban sus facturas, no había tantos abogados, funcionarios (estériles) políticos (duplicados), etc..,etc… ¡Que bonita era, que gusto vivir, y bien trabajar en España!. No es nostalgia, ni arrojar la toalla, es mirar a tu alrededor y no ser ciego.