Tras las elecciones generales del 20-N, habrán leído múltiples análisis, aunque esta vez no todos los políticos han podido hacer una lectura triunfante de los comicios, tal como a ellos les gusta en un acrobático ejercicio mental que se ha convertido en todo un arte. Del histórico resultado de las urnas -histórico para el PSOE por su debacle sin precedentes e histórico para el PP por su apabullante mayoría- quiero que presten atención a dos comunidades autónomas: Cataluña y Castilla-La Mancha. En los últimos meses, estas dos regiones han aparecido ante la opinión pública como ejemplos de duros recortes y ajustes presupuestarios. CiU en Cataluña y PP en Castilla-La Mancha metieron el bisturí para poner orden en unas administraciones muy endeudadas, sobredimensionadas, con costes fijos abultados y con tendencias despilfarradoras. Ante esas medidas, los partidos de la oposición en esos parlamentos autonómicos, junto al que hasta ahora gobernaba España, lanzaron una campaña basada en el miedo, al estilo de que viene el lobo feroz que se come los servicios sociales.
¿Y qué ha ocurrido en ambas regiones? Pues que en Cataluña CiU ha pasado de 10 a 16 diputados y que en Castilla-La Mancha el PP, de 12 a 14. ¿Qué interpretación se puede hacer de esos datos? Para mí, la más importante: que la sociedad española es más madura de lo que muchos piensan y que está dispuesta a hacer sacrificios con tal de enderezar el rumbo de la economía y embridar el galopante déficit de las cuentas públicas, sobre todo las autonómicas.
Ajustes cosméticos
Hasta ahora, se han tomado medidas con desgana y de poca enjundia, tanto en España como en el resto de las comunidades autónomas para no soliviantar los ánimos de los ciudadanos justo antes de las elecciones generales. Muchos de esos ajustes han sido más cosméticos que eficaces, según el criterio de los expertos y, lo que es peor, de los mercados internacionales. Ahora ha llegado el momento de hacer política económica de altos vuelos porque tenemos los dos instrumentos necesarios: un gobierno con un abrumador respaldo electoral y una sociedad madura que huye del populismo ramplón. Hágase, y cuanto antes.
Lo suscribo totalmente. Lo que tenemos que preguntarnos es si nuestros recién elegidos líderes tendrán la suficiente valentía como para mirar por los intereses de España y no por los suyos propios.
Hola:
Más vale que demuestren valentía, porque como les ha recordado recientemente Merkel, cuentan con un amplio respaldo popular para adoptar las reformas necesarias.
Gracias por participar en este blog.
Mas que madura y sin miedo, borrega de tomo y lomo, de acuerdo que hay que rectificar las politicas economicas pero se deberian centrar en reducir el gasto de las propias autonomias empezando por todo el dinero que se despilfarra en las propias instituciones publicas y luego ya mirar hacia los demas.
Hola:
Comparto tu opinión de que las administraciones deben cambiar antes su gestión para evitar el despilfarro. Creo que esa necesidad no la cuestiona nadie -salvo algunos que la tienen que hacer-. Lo sorprendente y novedoso del 20-N es que los ciudadanos han mostrado que también son capaces de asumir sacrificios con tal de salir de este atolladero.
Gracias por participar en este blog.
Buenos dias
Si bien me gustaria creer que esto es asi, tambien introduciria un argumento añadido, como es que el miedo al abismo absoluto es mayor a los ajustes o sentido comun como mal menor para equilibrar las cuentas publicas.
En cualquier caso pagaremos y muy caro la inactividad de estos ultimos seis meses y los tibios ajustes que henos tenido durante el 2010.
Dificil equilibrio entre los ajustes y la dificil tarea de reactivar la economia
Hola Javier G:
Aciertas al señalar el difícil equilibrio entre hacer ajustes y reactivar la economía, ya que es uno de los apasionantes debates que tenemos en la actualidad. En el pasado, se aplicó esa fórmula, y en ocasiones con negativas consecuencias. No obstante, las administraciones públicas españolas tienen mucho recorrido para ser más eficientes y reducir su sobredimensionado tamaño. Estas medidas, a corto plazo, serán dolorosas, pero si se hacen bien -ése es el gran reto- aumentarán la competitividad de nuestro país.
Gracias por participar en este blog.
Artículo y comentario totalmente sesgado y parcial.
Y lo que opinan los premios Nobel, Stiglitz, Krugman y Maskin (ninguno de ellos sospechoso de ser socialistas ni comunistas) diciendo que la salida de la crisis se soluciona con más gasto público, no vale para nada ¿verdad?
Lo que parece claro es que posiblemente el articulista tenga más saber que los anteriormente mencionados.
Hola:
No seré yo quien rebata a esos premios Nobel, pero ¿de verdad cree que la salida de la crisis en España depende de aumentar el gasto público e incrementar por lo tanto el elevadísimo déficit público?, ¿cuántas generaciones de españoles hipotecaremos si aplicamos esa medida?, ¿sería sostenible ese nivel de gastos sin el riesgo de caer en la bancarrota porque los ingresos en la Hacienda Pública siguen mermados?, ¿cree que los mercados internacionales van a seguir financiado a España? ¿cree que España va a poder financiarse sine die con esas elevada primas de riesgo? Esas propuestas neokeynesianas son como dar gasolina a un pirómano porque ya hemos visto recientemente en España que nuestros gobernantes malgastan el dinero con mucha alegría.
De todas formas, en mi blog no analizo cuáles son las mejores recetas públicas para superar la crisis, sino la madurez del pueblo español que es capaz de asumir sacrificios con tal de que alguien empiece a aplicar reformas.
Muchas gracias por su interesante aportación a este blog.
Agredezco ante todo su contestación.
A pesar de todo, sigo opinando que posiblemente el articulista tenga más saber que los premios Nobel Stiglitz, Krugman y Maskin, después de lanzar una larga lista de preguntas sin que quede claro las respuestas a las mismas.
En mi humilde opinión, toda esa batería de medidas neoliberales (por decirlo suavemente) que se dejan entrever en sus preguntas retóricas, son la fuente de una recesión más profunda y duradera.
Deseo estar equivocado y usted tenga la razón, para salir cuanto antes de esta crisis-recesión.