La agencia de calificación crediticia Fitch rebajó este miércoles el rating de Bankia de BBB a BBB- y mantiene en BB+ el de NCG Banco, Liberbank y BMN, todos ellos con perspectiva negativa, una decisión con la que concluye el proceso de revisión para una posible rebaja en el que se encontraban las 4 entidades.
Fitch explicó que el recorte aplicado a Bankia se debe a que su marca se ha debilitado y a que la entidad se encuentra todavía inmersa en un proceso de reestructuración a gran escala impuesto por Bruselas. No obstante, la calificación coincide con la del bono español.
Grado de inversión
La agencia, que mantiene el grado de inversión para Bankia, añade además que la entidad, siendo el cuarto mayor banco español, ha disminuido su tamaño en comparación con las 3 entidades que la preceden, que han expandido su negocio. En opinión de Fitch, esto hace que se reduzca la voluntad de las autoridades para ayudar al banco que preside José Ignacio Goirigolzarri en caso de necesitarlo.
No obstante, Fitch destaca que Bankia aún conserva una “alta probabilidad” de apoyo por parte del Estado debido a su magnitud e importancia sistémica, con una cuota de mercado de depósitos de casi el 100%. En este sentido, subraya que su marca sigue siendo “significativamente mayor” a la que poseen los grandes bancos españoles de segundo nivel.
En cuanto a BMN, NCG y Liberbank, la agencia de calificación reconoce la importancia de estas entidades en sus regiones centrales. En el caso de BMN, Fitch ha observado que el impacto de su reestructuración ha sido menor de lo esperado y ha puesto de manifiesto la disposición teórica por parte del Fondo de Reestructración Ordenada Bancaria (FROB) de realizar cualquier tipo de apoyo si fuera necesario, como también ocurriría en el caso de Bankia.
Marcos estratégicos
Por otra parte, advierte de que los ratings de BMN, Bankia, Liberbank y NCG podrían rebajarse en el caso de que sus marcos estratégicos fueran revisados a la baja, algo que se vería afectado por un mayor debilitamiento de la marca o por una posible rebaja en la calificación a España. Esto limitaría la voluntad del Estado de proporcionar apoyo a estos bancos en el caso de que fuera necesario.
En este sentido, explica que el ranting de estos bancos es sensible a los cambios legales, regulatorios, políticos y económicos. Si Fitch concluye que es probable que se debilite el apoyo estatal a los bancos españoles, esto conduciría a acciones de calificación negativas.
Finalmente, alerta de que el rating de NCG Banco es sensible a los cambios de propietarios que puede sufrir la entidad, cuyo proceso de subasta está previsto para este mes. “El rating podría ser revisado al alza si el banco se vende a una entidad financiera con mayor calificación. Sin embargo, podría tener efectos negativos si se vende a un socio más débil”, afirma la agencia, que también alerta de que una subasta desierta o un retraso en la venta también tendría consecuencias negativas.
Europa Press