En la que se ha convertido en una de las mejores zonas de Bilbao, con la ría recuperada, frente al Museo Guggenheim y próximo a la Torre de Iberdrola y al Palacio de Euskalduna, se sitúa uno de los establecimientos hoteleros más apetecibles de la capital vasca, el Gran Hotel Domine. Caracterizado por una decoración contemporánea con la impronta divertida e irreverente de Javier Mariscal, en los espacios comunes destaca la enorme columna formada por una malla metálica que sostiene centenares de piedras rodadas de color ocre frente a la escultura-fuente compuesta por platos y copas a modo de homenaje a la cocina vasca. La selección del mobiliario que atesora algunas piezas representativas del diseño del siglo XX otorga singularidad al hall y cafetería.
Las habitaciones son espaciosas, con zona de trabajo, y algún cuadro de Mariscal colgado de sus paredes. Desde la bañera de Philipe Starck, que destaca en un baño amplio de mármol, se puede ver la genial arquitectura de Frank Gehry, a través de una de sus paredes acristaladas que comunica directamente con la habitación, que a su vez posee un enorme ventanal. El hotel cuenta con gimnasio. En la terraza del piso superior se sirve un desayuno bufé de calidad. El personal es muy amable y profesional y el ambiente es bastante cosmopolita.