Cuando uno pierde la mirada sobre el inabarcable horizonte del Océano Atlántico que se cuela por las ventanas del Hotel Martinhal y siente en la piel el ondear del viento que eleva acompasadamente a las parejas de gaviotas, entiende porqué en Sagres surgió el germen de la navegación portuguesa de ultramar, promovida por Enrique el Navegante y que dio lugar a grandes descubrimientos que rompieron los límites del Viejo Mundo. Con apenas una treintena de habitaciones dispuestas algunas en el edificio principal y otras en bungalows próximos a la costa, poseen una moderna decoración basada en tonos verde y azul pastel, con amplios baños de mármol.
El hotel, con categoría de cinco estrellas, tiene dos restaurantes, uno de ellos especializado en pescado cercano a la playa, a la que se accede por una corta pasarela a través de las dunas. El desayuno se sirve en una terraza con vistas espectaculares sobre el mar, para hacer todavía más placentera la degustación de fruta y zumo natural, repostería, embutido y quesos portugueses, platos calientes preparados al gusto y buen café. Inaugurado hace apenas un año, el servicio necesita mayor rodaje. El establecimiento ofrece club infantil, pistas de tenis, una piscina con servicio de bar y un pequeño spa con una amplia carta de tratamientos con las últimas tendencias y profesionales de gran calidad. El Hotel Martinhal se encuentra situado dentro de una quinta con chalés y mansiones con seguridad privada.