Como en Castilla y León escasean los locales especializados en pescados e incluso algunos peces menos comunes nunca llegan a sus fogones, en una escapada a orillas del Cantábrico no se puede desaprovechar la oportunidad de asistir a atractivos restaurantes, como La Sal en Santander. Tanto el dominio de la técnica en la elaboración de los pescados, que consigue el punto justo de cocción, lo que permite degustar su carne turgente y con toda su frescura, como la variedad de los peces que ofrece desde el San Martín hasta el Machote o el Mero, merecen una visita a este céntrico establecimiento santanderino, dirigido por su sumiller Koldo Iriarte y al frente de cuyos fogones se encuentra Fausto Alonso.
Cocina de mercado, con materia prima de gran calidad y raciones generosas. Para empezar, una fresca Ensalada de pulpo o una sabrosa Lasaña de langostino con verdura. Todos los viernes, existe la opción de saborear la gamba fresca de Huelva y a veces también se ofrecen Boletus Edulis a la plancha. En las carnes, aconsejable el Steak tartar, de buey o potro, o los Canelones de pato, parmesano y pesto. Postres de altura, servicio muy amable y acertada carta de vinos.
Castilla y León Económica