DS, 2 letras mágicas en la historia del automóvil: Déesse -La Diosa, en francés automóvil es en femenino y en España le conocimos como Tiburón- el Citroën que nacía en el año 1955, con veinte años de adelanto sobre su tiempo, el automóvil que amaba De Gaulle (le salvó la vida en un atentado de la OAS), un símbolo, en definitiva, de Francia. Y hoy DS es una marca, la representación del lujo a la francesa, y nos ponemos al volante de su máxima expresión, el DS7 Crossback.
Pocos modelos nos han trasmitido la sensación de estar ante un coche tan diferente, tanto visto desde el exterior como en el interior. El lujo en el automóvil, como en la gastronomía, se define por la calidad de los ingredientes, el cuidado aportado a los detalles y el talento de quienes coordinan una buena puesta a punto.
Y el DS7 es una receta maestra: entre el sonido de las puertas al cerrarse, los materiales de calidad asociados a un cuidado acabado, el auténtico reloj BRM R180 que sale de lo alto del salpicadero cuando accionamos el contacto, el diseño de cada botón, o el de la grafía de la instrumentación, este modelo nos ofrece una indudable sensación de exclusividad.
Y para rematar, mucha tecnología para comodidad y para seguridad. Tenemos una pantalla táctil de doce pulgadas, conectividad avanzada con los smartphones, asientos delanteros con calefacción, ventilación y masaje. Y muchas ayudas a la conducción como una fantástica cámara térmica para ver de noche la carretera: identifica peatones, los enmarca en un recuadro amarillo y si hay peligro de atropello, en uno rojo. O el DS Connected Pilot de conducción semiautónoma con un sistema de mantenimiento del vehículo dentro del carril y un programador de velocidad activo.
No podemos olvidar la primicia mundial de una suspensión con amortiguación pilotada, controlada por una cámara que analiza la carretera hasta con veinte metros de adelanto, para adaptar sus reglajes al estado de la carretera.
En cuanto a motores, disponemos de 3 de gasolina PureTech (de 131, 180 y 224 CV) y 2 diésel BlueHDi (de 129 y 177 CV). El diésel de 177 CV que corresponde a la versión probada ofrece equilibrio entre buenas prestaciones y consumos ajustados y va muy bien acompañado por el cambio automático de 8 relaciones. El próximo año llegará una versión híbrida y dos eléctricos.
Las concesiones al diseño no han sacrificado el espacio. Así, tenemos un habitáculo (es un modelo de 4,57 metros de largo y 1,90 de ancho) amplio, con unas plazas traseras generosas que además tienen los respaldos regulables en inclinación. Lo ideal para largos viajes (tiene un maletero de 555 litros) en una atmósfera de gusto muy francés.
Santiago de Garnica