El segmento de las grandes berlinas alto de gama está dominado por el triunvirato germánico: Mercedes Clase S, BMW Serie 7 y Audi A8. La quinta generación del Lexus LS entra en esta lucha, con un diseño propio de un prototipo de salón, que asombra en un segmento conservador. Las dimensiones no se quedan atrás en espectacularidad, con 5,24 metros de longitud.
El habitáculo, además de original, ofrece un acabado sublime y un cuidado por el detalle casi obsesivo. Alcántara y madera se ven por todas partes e incluso hay piezas de cristal en las puertas, talladas a mano según la técnica tradicional japonesa llamada Kiriko. Los revestimientos de las puertas están tapizados en cuero con 2 estilos, uno normal (liso con pespuntes) y otro con unos pliegues realizados a mano conforme al arte del origami, un estilo japonés de papiroflexia que no admite cortes.
El equipamiento es otro de los capítulos a destacar.
Desde los asientos con masaje inspirados en el Shiatsu (técnica que canaliza la energía vital mediante la presión en ciertos puntos clave del cuerpo) al audio sinfónico, pasando por la climatización inteligente en cuatro zonas y que toma en cuenta la temperatura del cuerpo. La suspensión neumática eleva al LS en 4 centímetros durante 4 segundos para facilitar el acceso, y los flancos de los asientos se abren automáticamente para acomodarse sin esfuerzo. Los asientos traseros ofrecen muchos ajustes. En el derecho es posible adoptar una configuración de butaca de Business Class.
Totalmente inmerso en la punta de la tecnología, este LS embarca todo lo necesario como la conducción casi autónoma (Nivel 2) o el radar trasero que detiene el coche si, en marcha atrás, aparece de pronto un peatón.
Un automóvil que quiere rivalizar con la aristocracia de las berlinas europeas a la fuerza ha de ser muy confortable. La amortiguación no transforma el coche en una alfombra voladora como en el caso del alemán, pero casi. Si el motor es mudo a velocidad estabilizada, se deja oír cuando pisamos el pedal de acelerador.
Y, precisamente, este motor ¿cómo es en realidad? Lexus ha dicho adiós al V8 y opta por un V6. Este último ofrece 299 CV de potencia y va unido a dos motores eléctricos, ofreciendo en conjunto 359 CV.
Lexus ha cuidado el dinamismo. La nueva plataforma es la más rígida del segmento y ofrece un centro de gravedad particularmente bajo. Pero lo que realmente se disfruta es una suavidad sobresaliente. En modo eléctrico, que alcanza hasta casi los 140 km/h en determinadas circunstancias, el silencio de funcionamiento y la suavidad de conducción impresionan.
Santiago de Garnica