Todo es superlativo en esta berlina. Sus 5,08 metros de largo los mueve el diésel más potente jamás fabricado por BMW, un motor de 6 cilindros en línea alimentado por 4 turbocompresores con los que alcanza los 400 CV de potencia a 4.400 rpm y, sobre todo, una cifra de par espectacular: 760 Nm a 2000 rpm. Y desmesura en las prestaciones: pasa de 0 a 100 en 4,6 segundos, manteniendo la velocidad máxima autolimitada a 250 km/h. Además, tiene un consumo medio homologado de 5,7 litros a los 100 kilómetros.
La tecnología de asistencia a la conducción es muy abundante. Por ejemplo, los asistentes de guiado de carril y de atascos en vías rápidas, las cámaras de visión periférica, con multitud de perspectivas a elegir a voluntad del conductor, que nos ayudan a controlar los flancos de la carrocería, así como el frontal y la parte posterior en los aparcamientos. También hay un sistema de aparcamiento completamente automático que no requiere la presencia del conductor dentro del coche, utilizando la llave como mando a distancia.
Y comodidad al máximo: los asientos pueden calentarse, ventilarse y nos dan masaje mediante unas cámaras neumáticas situadas en el respaldo que se hinchan y deshinchan.
A pesar de sus dimensiones, gracias al uso de materiales como el aluminio y la fibra de carbono, el Serie 7 pesa hasta 130 kilogramos menos que antes. Todo para conseguir un mejor comportamiento dinámico, facilitado también por un reparto de pesos 50:50. Además de serie la suspensión es de dureza variable y muelles neumático. La opción Executive Drive Pro consta de un sistema de barras estabilizadoras activas y una cámara estereoscópica que lee la carretera. Este sistema interviene combinando el funcionamiento de estos dos dispositivos, la suspensión neumática y los amortiguadores. Gracias a la intervención de las estabilizadoras activas, el balanceo de la carrocería es muy reducido.
Mientras viajamos en este automóvil superlativo (algo que nos costará más de 130.000 euros como punto de partida), cambiamos de canción o emisora o subimos y bajamos el volumen del audio mediante el control gestual, no podemos sino pensar que BMW ha alcanzado el súmmum de una berlina diésel… hasta la siguiente generación.