El currículum de Tomás Postigo recoge, entre otros logros, ser responsable de elaborar el primer crianza de Protos en 1985 y fundar con otros socios Pago de Carraovejas, 1 de las bodegas santo y seña de la Denominación de Origen Ribera del Duero, en la que permaneció 2 décadas, contribuyendo en buena medida a situarla en la élite. Una trayectoria al alcance de muy pocos. 25 años después de iniciar su andadura en el sector vitivinícola, este enólogo segoviano decidió volar en solitario en 2008 con su propio proyecto, que lleva su nombre.
La historia de la nueva bodega da comienzo con la elaboración de un verdejo fermentado en barrica en Rueda, un vino que alumbra la marca Tomás Postigo. Un año después se inicia el proyecto en Ribera del Duero, a pesar de la ya incipiente recesión económica. “Construir una nueva bodega era un proyecto inaplazable y la crisis no fue excusa para no hacerlo”, sentencia Postigo.
Instalaciones
Una vieja nave en Peñafiel (Valladolid) fue escogida para albergar la iniciativa, sobre todo porque guardaba un importante secreto en su interior: contaba con un puente grúa, un elemento indispensable en la concepción de elaboración que tiene el enólogo segoviano. El movimiento de la uva se realiza por gravedad, evitando bombeos, tuberías y cualquier elemento que pueda dañar el fruto. “Al depósito llega un 80% de uva entera, lo que permite fermentaciones más lentas y más aromas primarios”, explica.
La primera cosecha que vio la luz fue la de 2009, con uva comprada en Ribera del Duero y una producción de 100.000 botellas de un crianza que se vendió en 8 meses.
Las mejores uvas
¿Una bodega de alto nivel sin viñedo propio? “Puede parecer un atrevimiento, pero la materia prima de calidad está garantizada”, afirma Postigo, que es el segundo enólogo en activo más veterano de esta comarca vitivinícola, de la que conoce cada palmo de terreno, los mejores pagos, los mejores viñedos y los mejores viticultores.
“Después de 30 años aquí, sé encontrar las mejores uvas, desde Valbuena de Duero, a 725 metros de altitud, hasta la Ribera Alta, a 1.000 metros. La compra del fruto representa un intenso trabajo para ensamblar un conjunto de suelos, microclimas y variedades que llegan a la bodega separados por depósitos, para hacer distintos vinos. El trabajo con los viticultores es esencial para conseguir la uva ideal”, matiza. Esta estrecha relación es 1 de las claves del éxito. Además, al viticultor se le incentiva con altos precios por la uva cuando consigue la calidad requerida por Postigo.
12.000 botellas
En la actualidad, elabora un máximo de 12.000 botellas del Tomás Postigo verdejo fermentado en barrica en una bodega alquilada en Rueda, procedente “de los mejores viñedos” de Serrada, que envejece en barricas de roble francés (90%) y americano y que en añadas de dudosa calidad no sale al mercado. En Ribera del Duero comercializa el Tomás Postigo crianza, a partir de variedades tempranillo, cabernet sauvignon y merlot, con un paso de 12 meses por barricas francesas seleccionadas en cada tonelería con la que trabajan. Ésta es otra de las claves de la calidad de sus vinos, que se consigue gracias a frecuentes viajes a la tonelería que permiten establecer un vínculo especial con el tonelero y controlar muy de cerca la fabricación de las barricas. La producción del tinto ronda las 100.000 botellas, aunque también varía en función de la calidad de la añada.
Frente a la tendencia de otras bodegas ribereñas, hasta ahora los vinos de Postigo se han comercializado en su totalidad en el mercado español, si bien este año se iniciarán las exportaciones al Reino Unido y Alemania.
Inicios
Postigo se licenció en Ciencias Químicas por la Universidad Autónoma de Madrid en 1983 y en Enología por la Universidad de Valladolid en 2004. Sus primeros pasos en el mundo del vino los dio en Protos -a la sazón Cooperativa Ribera del Duero- en 1984, bodega que abandonó para fundar Pago de Carraovejas con otros cuatro socios, en la que creó “un nuevo estilo de vino y desarrollamos nuevos proyectos de I+D+i en campo y bodega”, explica.
Castilla y León Económica
Me puse anónimo porque no estoy registrada, mi nombre Maru Tadeo, Felicidades Sr. Postigo, debe ser familiar de Elena, luchadores y ejemplos de tenacidad. Espero algún día conocerlos y disfrutar el buen vino. Vivo en DF, un gusto encontrarlos, abrazo…