Pablo Luis Gómez Hernández, secretario general del PP de Ávila, que fue elegido este jueves presidente de Caja de Ávila por parte del Consejo de Administración, anunció que antes de final de año la entidad debe constituirse como una fundación.
Como vicepresidentes ejercerán Luis Sánchez, secretario provincial de UGT de Ávila, que accedió a la Asamblea como impositor, ya que no ha habido acuerdo entre sindicatos y empresarios para designar a los representantes; y Laureano Valentín, representante de los jubilados de la entidad, que también entró en el grupo de impositores.
Primeras impresiones
“Urge crear una fundación”, aseguró Gómez Hernández en rueda de prensa tras su elección. “El tiempo corre en contra nuestra”, añadió antes de indicar que debe esperarse a que la Junta dicte una normativa al respecto.
“Para abordar la obra social hay que tener recursos, y aparte del patrimonio, los inmuebles y el fondo de recurso, que alcanza hasta 2014, necesitamos ingresos”, por lo que se estudiará la situación económica y un plan para “hacer más con menos” con “reducción de costes para asegurarnos una pervivencia”, explicó.
Gómez Hernández, que sustituye a Agustín González, es secretario del PP desde el último congreso provincial celebrado en junio y antes fue coordinador general de la formación. Prejubilado de Caja Duero, donde ha trabajado durante 35 años, la última década fue responsable de la obra social en Ávila.
Asamblea reducida
La asamblea, que debería haberse constituido por 120 miembros, lo ha hizo con 92, ya que las Cortes de Castilla y León no han designado a sus 19 representantes, como tampoco los 6 de sindicatos y empresarios, a los que se suma la ausencia de otros 3.
Por tanto, y de forma proporcional, el consejo tiene 12 miembros en vez de 17 y la Comisión de Control 6 en vez de 7.
Europa Press