La geolocalización y la información publicada en las redes sociales se han convertido en grandes aliados para los ciberdelincuentes, que utilizan la ubicación de los usuarios para sus ataques. De hecho, Kaspersky ha comprobado que las víctimas son filtradas cada vez con más frecuencia en base a criterios como su lugar de residencia, sus aficiones, el idioma que hablan o sus intereses específicos.
Este tipo de investigación por parte de los cibercriminales se denomina automatización o profiling (investigación del comportamiento del uso de un programa en el PC), y actualmente no necesita de la intervención humana.
Desde Kaspersky explican que igual que sucedía con el correo electrónico o la mensajería instantánea, en las 2 primeras generaciones de ataques a redes sociales los ciberdelicuentes intentaban llegar a un enorme número de usuarios, confiando en que un pequeño porcentaje de ellos “cayera en sus redes”. El gusano Koobface o el spam a través de Twitter son ejemplos de esta técnica, que ofrecía muy buenos resultados.
Ataque mejorado
Sin embargo, según los expertos, los cibercriminales están afinando sus tácticas para hacer sus ataques mucho más efectivos: usan la geolocalización -que aporta información sobre la ubicación exacta del usuario- para sus ataques a los sitios de redes sociales. Facebook, Twitter, Google+ o Tuenti cuentan con aplicaciones como Google Maps que ofrecen este servicio.
Además, la naturaleza de las redes sociales, donde los usuarios comparten detalles íntimos de sus vidas, cuentan dónde se encuentran ubicados, cuáles son sus hobbies, detallan información laboral o indican cuándo es su cumpleaños hace que este tipo de ataques sea más fácil de implementar.
Europa Press / Castilla y León Económica