Silvia Clemente, consejera de Agricultura y Ganadería de la Junta, se reunió en Bruselas con diputados del Parlamento Europeo miembros de la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural a fin de trasladarles la postura de Castilla y León ante la futura PAC 2014-20 y su convicción de que es necesario introducir mejoras en el texto presentado por Dacian Ciolos, comisario europeo del ramo.
“Es imprescindible tratar de modificar la reforma propuesta hacia soluciones más en línea con la verdadera naturaleza, situación y problemas del sector primario”, argumentó Clemente antes de pedir a los parlamentarios europeos que soliciten a la Comisión un estudio de impacto económico, tanto desde el punto de vista territorial como sectorial, para conocer de forma más detallada cómo afectará la futura reforma.
De acuerdo con los datos aportados por la consejera, Castilla y León es, con más de 1.300 millones de euros, la segunda región perceptora de fondos agrarios europeos de España.
Motivos del rechazo
El pasado mes de octubre, cuando se dio a conocer el documento de reforma de la PAC, Clemente ya avisó de que supondría una importante merma de los fondos económicos que perciben España y Castilla y León puesto que el texto “no apoya a la agricultura productiva y competitiva, aunque tendría que ser el elemento primordial”.
La consejera criticó en su momento la tarifa plana aplicada a los pagos directos, que calificó como “café para todos” y que va en detrimento de los agricultores y ganaderos productivos; o la definición de agricultor activo, “absolutamente ridícula” a su juicio porque “deja fuera al 82% de los agricultores que perciben ayudas de Europa y a un 50% de los existentes en Castilla y León”.
La insuficiencia de ayudas para garantizar el rejuvenecimiento del campo y la ausencia total de medidas de mercado son otros de los aspectos que llevan a la consejera de Castilla y León a rechazar la nueva PAC.
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