La nueva gama BMW iPerformance está compuesta actualmente de 3 modelos híbridos enchufables: el Serie 2 Active Tourer 225xe, el Serie 3 330e y el X5 xDrive40e, a las que se sumará en breve la Serie 7. Cada uno de ellos tiene distinta configuración mecánica, adaptando la moderna tecnología híbrida enchufable de la forma más coherente en cada caso concreto.
El protagonista de nuestra prueba, el X5 xDrive40e, combina la potencia eléctrica y térmica en ambos ejes, con 313 CV. Antes de nada debemos confesar que éramos algo escépticos teniendo en cuenta el nivel de gama en el que estamos por la apuesta de BMW por un motor térmico de 4 cilindros en lugar de 6. A pesar de ello, hay que reconocer que el 4 cilindros 2.0 Turbo en su variante de 245 CV asociado a un motor eléctrico de 113 CV es un modelo de coherencia.
Ultrasilencioso en modo sólo eléctrico, el X5 realiza las transiciones con el motor térmico sin brusquedad. La insonorización se ha cuidado mucho y es una parte esencial del placer que ofrece este SUV.
Dando prioridad a la suavidad y el confort, bien ayudado por su trasmisión automática de 8 relaciones, el BMW X5 xDrive40e no carece a pesar de ello de nervio. Las prestaciones son muy buenas, sobre todo en las recuperaciones gracias al par máximo de 450 Nm. A condición de recargar el coche al 100% en una toma clásica o en una Wall Box, es posible recorrer teóricamente hasta 30 kilómetros a una velocidad de 120 km/h en modo sólo eléctrico.
Ahorro en el consumo
Hay que tener en cuenta que los consumos homologados de los híbridos enchufables se benefician de su capacidad para circular en modo eléctrico durante gran parte de la prueba de homologación NEDC. En esta prueba el vehículo se sube a un banco de rodillos, sobre el cual se realiza un ciclo de conducción con diversos momentos de aceleración y frenada y en el que teóricamente se recorren 11 kilómetros.
Así, en condiciones reales según se incremente la distancia recorrida el consumo medio aumenta. En cualquier caso, en conducción urbana o en recorridos cortos permite un importante ahorro.
Beneficios
Los modelos BMW iPerformance se benefician, no sólo de un ahorro importante en el consumo de combustible, sino de aparcamiento gratuito y sin límite en zonas de estacionamiento regulado, descuentos en impuestos, circulación por vías prohibidas para vehículo convencionales y ayudas.
Los precios son prácticamente idénticos a la versión homóloga de gasolina o diésel. Así, el Active Tourer 225xe cuesta 39.500 euros, el 330e sale por 45.200 y por 73.500 euros el X5 xDrive40e.
Santiago de Garnica
