El asado mes de junio, Audi hacía historia ganando las 24 Horas de Le Mans con un coche híbrido, el R18 e-tron. Para celebrar ese hito, nos hemos subido a la última de las criaturas de la firma de Ingolstadt, el Audi A6 Hybrid. Esta versión es impulsada por los 245 cv que se obtienen del trabajo conjunto de un motor de gasolina de cuatro cilindros y otro eléctrico. El primero es el 2.0 TFSI, que ofrece una potencia de 211 cv y un par de 350 Nm. Esta mecánica no se monta en el A6 pero sí en el A4, entre otros. El eléctrico es de tipo síncrono, de imanes permanentes, da 54 cv y 210 Nm de par.
No tiene ninguna toma de corriente para recargar la batería, así que toda la energía eléctrica proviene haciendo funcionar al motor eléctrico como generador o al recuperar la energía cinética en las deceleraciones. Incluso en caso de frenadas moderadas, esta recuperación de energía puede por sí sola asegurar la deceleración. Por ello se necesita aprender en los primeros kilómetros a dosificar el uso del pedal. De hecho, la acumulación es rápida: basta unos pocos pisotones al pedal de freno para lograr una recarga completa de la batería.
Hay que saber acariciar con delicadeza el acelerador, pues en caso contrario el cuatro cilindros despierta de inmediato. Si la conducción de un híbrido ya no ofrece apenas sorpresas, la calma que reina en las fases cien por cien eléctricas produce siempre su pequeño efecto. Y el cuatro cilindros 2.0 de gasolina, con 211 cv, mantiene esta discreción una vez despertado, aunque su arranque es detectable.
Power Meter
Por fuera el modelo no cambia, y en el interior en el cuadro de instrumentos desaparece el cuentarrevoluciones y el indicador de temperatura del líquido refrigerante del motor. En su lugar hay un indicador que Audi llama Power Meter y un medidor de la carga de la batería. El Power Meter indica, en porcentaje, la utilización que se está haciendo de la potencia total disponible. Cuando se da al contacto, la aguja se coloca en una posición marcada como Ready, indicando al conductor que el coche está listo para ponerse en movimiento. Del 0 al 30% es la zona en la que principalmente trabaja el motor eléctrico. Hasta el 100 % funciona el motor térmico. Y por encima, en la parte marcada como Boost, el motor eléctrico apoya al térmico. Por debajo de la marca Ready está la zona en la que se recupera energía mediante la deceleración.
El A6 Hybrid tiene una cifra de consumo medio homologado de 6,2 litros a los 100 kilómetros. En nuestra toma de contacto hemos tenido unas cifras de consumo medio que oscilaron entre los 7,5 y los 8,4 litros con una conducción normal y cuando adoptamos un ritmo más deportivo nos movimos en valores más clásicos para este nivel de potencia, es decir, sobre cerca de diez litros.
Lo que resulta difícil es no poner en acción ese dúo de cambio automático Tiptronic de 8 relaciones con la palanca en la posición S y que nos proporciona un total de 245 cv y 480 Nm de par, pasando el A6 de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos con aceleraciones vigorosas y constantes.
El modelo A6 paga su hibridación con la pérdida de 155 litros de maletero a causa de la batería, que deja el espacio para equipajes en 375 litros. Sin embargo, el amplio habitáculo permanece inalterado.
Conciencia ecológica
El Audi A6 Hybrid supone una alternativa a los motores diésel de potencia equivalente por prestaciones, eficiencia y agrado de uso. Pero está claro que el mercado se seguirá inclinando por las versiones diésel y tan solamente frente a un V6 de gasolina un usuario se podrá plantear esta opción híbrida, que nos ofrece el mismo agrado de conducción pero con consumos de un cuatro cilindros y, sobre todo, la imagen de estar a la última en tecnología y conciencia ecológica.
Santiago de Garnica.